El primer ministro británico, Boris Johnson, sumó este sábado un problema con la renuncia al cargo de la ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, que además anunció que deja el Partido Conservador, en rechazo a la decisión del líder del Ejecutivo de expulsar a 21 diputados “tories” que apoyaron el veto a un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre.
Rudd, considerada una de las principales voces conservadoras favorables a la permanencia de Reino Unido en la UE, cuestionó el «ataque a la decencia y la democracia» que supone la expulsión de los diputados conservadores disidentes, reportó la agencia Ansa.
En una entrevista con el diario The Times que será publicada mañana, Rudd advirtió que «no hay pruebas» de que Johnson esté realmente intentando lograr un nuevo acuerdo con la UE y prometió que seguirá luchando políticamente para evitar una salida sin acuerdo en octubre.
«No puedo quedarme a un lado mientras conservadores buenos, leales y moderados son expulsados», tuiteó Rudd, en defensa de sus pares de partido.
Rudd, que es proeuropea, dijo que habló con Johnson para explicarle sus razones y que sigue «comprometida» con los valores conservadores de su formación que le llevaron a entrar en política.
En su carta de dimisión remitida al premier y hecha pública, la ahora exministra admitió que no creía que «el principal objetivo» del Gobierno sea salir del bloque europeo con un acuerdo, señaló la agencia EFE.
«El Gobierno está dedicando mucha energía en preparar (una salida) sin acuerdo, pero no he visto el mismo nivel de intensidad en nuestras conversaciones con la UE, que nos ha pedido que presentemos arreglos alternativos a la salvaguarda irlandesa», añadió la ahora ex titular de Trabajo.
«Esta matanza miope de mis colegas ha despojado al partido de diputados conservadores tolerantes y dedicados. No puedo apoyar este acto de vandalismo político, insistió.
El Gobierno de Johnson está inmerso en una crisis de proporciones desde que decidió, en agosto, suspender las sesiones parlamentarias a partir de mediados de la semana entrante, lo que enojó a parte de los conservadores y a los partidos de la oposición.
De hecho, los opositores lograron bloquear el eventual llamdo a elecciones anticipadas, y el líder laborista, Jeremy Corbyn, dijo que solo darán su apoyo después de que la reina Isabel II firme la ley para evitar el Brexit sin acuerdo.
Johnson, que partiría como favorito en unas eventuales elecciones, necesita el respaldo de los dos tercios de la Cámara de los Comunes. Esos comicios podrían ser el 15 de octubre, apenas dos semanas antes de la fecha fijada para el Brexit.
Con ese calendario, el primer ministro pretendía recuperar la mayoría parlamentaria antes de la crucial cumbre europea del 17 de octubre, en la que espera sellar un nuevo acuerdo con Bruselas.
Esta semana, Johnson perdió la mayoría en la Cámara de los Comunes después de que uno de los diputados se cambiara al Partido Liberal Demócrata. Después expulsó del grupo parlamentario conservador a los 21 diputados que se apoyaron la votación de la oposición.