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Fútbol femenino: la rosarina que brilla en Racing y pelea por más derechos


Estefanía Piazza dio sus primeros pasos en Social Lux y luego viajó a Buenos Aires, donde estuvo en UAI Urquiza, Platense y ahora en la Academia. Conocé su historia

Por Malena Acosta 

Estefanía Piazza es rosarina, futbolista y desde hace 2 años juega en la primera división de AFA defendiendo la camiseta de Racing. En diálogo con CLG contó sus comienzos en el fútbol, las diferencias de jugar en el interior y en Buenos aires, su labor en las juveniles de la Academia, el nivel del arbitraje, el proyecto de profesionalizar el fútbol femenino y habló sobre la labor que realizan desde AFA con el fútbol femenino: “Hacen todo mal, me gustaría que se vayan todos, ojalá venga alguien que le interese el crecimiento del fútbol femenino”.

De Rosario a Avellaneda. Así es el camino futbolístico de Pepi, como la apodan sus amigas, de 24 años, nacida en la zona sur de la ciudad. Si algo tuvo en claro siempre es que quería jugar a la pelota. De pequeña en su barrio, jugaba con hombres que muchas veces la integraban y otras tantas no. Social Lux fue el primer club con el cual comenzó las luchas en este terreno de la mano de “Kento”, actual entrenador del popular Mercadiro, y pudieron acceder a disponer de una cancha propia y así poder conseguir una identidad. A raíz de su paso por Social Lux fue convocada al preseleccionado de Argentina sub 20, lo cual significó un gran avance en su carrera. Años más tarde decidió resignar su ciudad, estudio, familia, amigos para ser jugadora de la UAI Urquiza una temporada y coronarse campeona en el año 2016. Luego llegó a jugar un torneo en Platense y al poco tiempo desembarcó en Racing donde en la temporada 2017/18 logró el ascenso a primera división A.

“El nivel futbolístico es un poco más difícil respecto al del interior, a mí me llevó tiempo adaptarme, es todo un proceso. En muchos clubes de Rosario las jugadoras deben pagarles a los entrenadores. Acá en Racing por suerte contamos con viáticos, indumentaria, predios para los entrenamientos, eso a las jugadoras las hace sentir bien”, reconoció al momento de diferenciar cómo es jugar en Rosario y en AFA. Aunque también admitió que hay muchas cosas por mejorar, como no disputar partidos entre semana ya que muchas jugadoras trabajan y eso les imposibilita poder juntar un plantel de 18 jugadoras. Otro punto que resaltó fue el estado de las canchas que le destinan al fútbol femenino: “Recuerdo una vez que jugamos contra Huracán y una de nuestras compañeras casi se lastima la cabeza contra unos paredones que posee el predio, mientras que al lado hay muchas canchas disponibles y en buenas condiciones, pero al fútbol femenino no se las quieren brindar”.

Además de pertenecer al primer equipo, Pepi se desempeña como entrenadora de las juveniles, puesto que ocupa con mucho orgullo y seriedad. “Trato de transmitirles a mis alumnas lo que es el club y que las oportunidades en el fútbol las tienen que saber aprovechar. La idea es tratar de hacer entrenamientos desde lo emocional, físico, táctico y técnico. Enseñarles las bases para que el día de mañana lleguen a primera lo más formadas posible”.

En cuanto al sentimiento por el club y al planteo táctico que intentan plasmar en cada partido, reconoció: “Racing es muy grande y por suerte no tiene la soberbia de un club grande. Siento que pertenezco al “Tita Mattiussi” (NdR: predio donde entrenan y juegan), hay un espíritu hermoso, el equipo maneja unos valores increíbles”.

Antonio Spinelli, actual entrenador de la Academia, propuso un interesante proyecto para el fútbol femenino. Su idea táctica es un planteo arriesgado: iniciar siempre por abajo con juego asociado de pases, con centrales abiertos, laterales proyectándose, un cinco que cuente con los internos que vayan a buscar y un enganche. “Últimamente estoy jugando de interno por izquierda. Siempre me gustó la idea de juego que proponemos, aunque no deja de ser arriesgado”, señaló la rosarina.

Estefanía fue la cara visible del fútbol femenino de Racing en la presentación de la nueva camiseta junto al volante Matias Zaracho. “Que nos den esa posibilidad al igual que poder jugar en el Cilindro previo a un partido de primera es algo gratificante”, relató muy emocionada.

Por si fuera poco, no quiso dejar de opinar sobre el arbitraje. “Pagan mucho menos por dirigir fútbol femenino, respecto a otras categorías, entonces vienen de mala gana, algunas mujeres árbitras defienden las luchas y dirigen como tiene que ser, otras no. Hemos pasado por ciertos maltratos por parte de los hombres”. En febrero, mientras jugaban las chicas de Racing y River, la jueza frenó el partido para que retiraran una bandera que decía “fútbol femenino profesional”. “Nos generó mucha bronca, impotencia. Por más que nos quieran callar o poner trabas nosotras vamos a seguir cuestionando, señaló.

En cuanto el proyecto de profesionalizar el fútbol femenino, opinó: “Era necesario y justo, aunque no alcanza solo con 8 contratos u 11, pero es un paso adelante. Las jugadoras nos merecemos un respaldo, estar protegidas, contar con una obra social, aportes, tener un sueldo digno como lo tienen los hombres. Si no nadie te respeta. Siendo amateur es todo turbio. En lo personal, cuando jugué en Platense me habían dicho que cuando me quisiera ir no iba a tener problemas, pero como nunca existió un contrato de por medio, era la palabra de ellos contra la mía. Me querían dar a préstamo y yo quería mi pase, lo pude conseguir ya que Racing le dio a cambio cuatro pelotas por mi pase. Estas cosas no deben ocurrir más. El reclamo de Macarena Sánchez es muy valioso. Ella hizo lo que muchas no pueden por miedo. Por eso hay que acompañarla, seguir la lucha. Gracias a ella se generaron cosas muy importantes para las mujeres dentro del fútbol”.

Por último, no escatimó palabras para referirse sobre el accionar de AFA con el fútbol femenino. “Hacen todo mal. No hay proyecciones en juveniles, las bases están mal, no hay estructuras, continuidad ni proyectos para que las jugadoras crezcan. Sin conducción es difícil, ojalá que alguna mujer pueda tomar ese rol que tanta falta hace”.

“Considero que en las escuelas debe existir el fútbol femenino, tiene que cambiar el paradigma, los estereotipos. Hoy se ven niñas jugando en las plazas y ya no resulta extraño. Hemos ganado una parte de esta batalla”, concluyó.