El Papa Francisco mantuvo un encuentro breve con los obispos argentinos que viajaron a Chile, para acompañar su visita apostólica a ese país, en la catedral de Santiago.
«Sentí en mi corazón una gran alegría por el reencuentro», expresó monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan, para quien el Papa vendrá a la Argentina «pronto», cuando su agenda lo permita.
Lozano dio detalles del encuentro a través de la red social Facebook que reprodujo la agencia Aica.
«El papa Francisco saludó a cada uno de los obispos argentinos.
Cuando me tocó estrecharle la mano, me dijo que al venir había volado sobre San Juan y rezado por nosotros», expresó.
Agregó que sintió en su «corazón una gran alegría por el reencuentro, me sorprendió que el Santo Padre estuviese tan atento a su sobrevuelo por el espacio aéreo de San Juan en un momento tan especial, a minutos de su llegada a Chile, y ya no me sorprende, su delicadeza al decir que reza por todos nosotros».
Monseñor Lozano expresó su confianza de que el Papa visitará pronto la Argentina aunque estimó que lo hará «cuando su agenda se lo permita».
«Entiendo que sus opciones tienen que ver con las necesidades de la Iglesia en todo el mundo, y yo celebro todo lo que él está haciendo, y no me fijo tanto en lo que le falta por hacer», manifestó en declaraciones al diario chileno La Tercera.
El prelado, quien formó parte de la comitiva episcopal argentina que acompañó a Francisco, en la que también estuvo el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro, hizo un balance de la visita apostólica de tres días del pontífice a Chile.
Al ser consultado sobre sí cree que el Papa tuvo un papel conciliador durante su estadía en Chile, monseñor Lozano respondió: «De lo que voy escuchando me parece que sí, un permanente llamado a la reconciliación, al reconocimiento de la verdad».
«Ha insistido en el diálogo franco y verdadero, sin maquillaje, así que hay un intento de dar orientaciones para el camino de la paz, el encuentro, pero su presencia no es automática. Son orientaciones que después la misma Iglesia y el pueblo de Chile tendrán que ver», subrayó.
Además de monseñor Lozano, en la comitiva argentina estuvieron los obispos Ojea (San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina), Samuel Jofré (Villa María), Dante Braida (auxiliar de Mendoza y administrador apostólico sede vacante), Marcelo Mazzitelli (auxiliar de Mendoza), Vartán Boghossian (Eparquía San Gregorio de Narek en Buenos Aires) y Alfonso Delgado, arzobispo emérito de San Juan.