El papa Francisco recibió hoy al presidente ruso, Vladimir Putin, en el Vaticano, donde durante un encuentro de casi una hora abordaron la situación de Siria, Venezuela y Ucrania, entre otros temas, y tras el que el mandatario agradeció el «discurso sustancioso e interesante» del pontífice.
«Bienvenido», saludó el pontífice a Putin al recibirlo en el Palacio Apostólico vaticano apenas pasadas las 14 de Roma, en el tercer encuentro entre ellos desde la entronización de Jorge Bergoglio como Papa en 2013.
Como en la última reunión que habían tenido, en 2015, Putin llegó al Vaticano con 50 minutos de retraso en medio de una caravana de 30 autos.
Tras la reunión a puertas cerradas de 55 minutos, Putin agradeció al pontífice por «el tiempo dedicado» y el «discurso muy sustancioso e interesante».
Durante el tradicional intercambio de obsequios, el pontífice le regaló una medalla de la Primera Guerra Mundial, el mensaje sobre la fraternidad huamana que firmó en febrero con los líderes musumanes y una lámina con la figura de la Plaza San Pedro «para que no se olvide de Roma», según le dijo.
Putin, en tanto, le regaló un libro sobre el pintor y escultor Miguel Ángel, un dvd de la película «El pecado» de Andrey Konchalovskiy y un ícono de los santos Pedro y Pablo.
Según había adelantado en la previa el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, Francisco y Putin compartieron su «preocupación» por la situación en Siria y en Ucrania.
Además, el asesor presidencial ruso, Yury Ushakov, planteó en declaraciones a la agencia Interfax que la situación en Venezuela, donde el Vaticano trató de mediar en la crisis política del país y Rusia apoya al régimen de Nicolás Maduro, también formaría parte de la reunión.
En ese marco, la agenda del encuentro estuvo marcada por la tensión entre Rusia y Ucrania, donde acaba de producirse una ruptura entre la Iglesia ortodoxa ucraniana y el Patriarcado de Moscú.
La audiencia de este jueves tuvo lugar el día previo al inicio de una cumbre de 48 horas convocada por Francisco en el Vaticano sobre la Iglesia greco-católica ucraniana de la que participarán los responsables de la Congregación para las Iglesias orientales y del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos.
En el caso sirio, antes de partir de Moscú, Putin resaltó ante embajadores acreditados en Rusia los «esfuerzos» de su país en Siria como una garantía para la «estabilidad internacional».
Junto a Putin viajaron, entre otros, su canciller Sergey Lavrov y el ministro de Industria, Denis Manturov, en medio de una delegación numerosa que se movió por una Roma blindada para la que el gobierno movilizó cerca de 1.000 agentes y dispuso cortes al tránsito en unas 50 cuadras, según informó la cadena Rai.
Tras ver a Francisco, Putin almorzó con el presidente italiano, Sergio Mattarella, y tendrá una cena con el premier Giuseppe Conte y los dos vicepremiers, Luigi Di Maio y Matteo Salvini, reconocido admirador del presidente ruso.
Además, participará de una reunión de empresarios dedicados al comercio ítalo-ruso y está previsto un encuentro «privado» con el tres veces premier Silvio Berlusconi, amigo personal de Putin.