El papa Francisco ratificó hoy su oposición a la eutanasia y defendió la vida «desde la concepción hasta su fin natural».
«El proceso de secularización, absolutizando los conceptos de autodeterminación y de autonomía, han llevado a que en muchos países hayan crecido los pedidos de eutanasia como afirmación ideológica de la voluntad de potencia del hombre sobre la vida», lamentó el pontífice en una audiencia con miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Ante los miembros del dicasterio vaticano que encabeza el español Luis Ladaria Ferrer, añadió: «Esto llevó también a considerar la voluntaria interrupción de la existencia humana como una elección de civilidad. Está claro que allí donde la vida no vale por su dignidad, sino por su eficiencia y productividad, todo se vuelve posible».
«En este escenario hace falta repetir que la vida humana, de la concepción hasta su fin natural, posee una dignidad que la vuelve intangible», afirmó Jorge Bergoglio durante el encuentro desarrollado en la sala Clemetina del Palacio Apostólico.
En noviembre pasado, Francisco había advertido sobre la «ilícita» eutanasia, pero dejando en claro que «es moralmente lícito renunciar a la aplicación de medios terapéuticos o suspenderlos» cuando resultan éticamente desproporcionados.