La renuncia de Alberto Fujimori coincide con la reciente destitución de Vizcarra por la misma causa, lo cual denota un período de dos décadas de escándalos de corrupción en el país
La destitución del presidente peruano, Alberto Fujimori, ocurrida hace 20 años luego de que el Congreso le rechazara la renuncia, marcó el inicio de una etapa de fragilidad constitucional que continúa hoy en Perú, donde recientemente fue removido por vía parlamentaria el mandatario Martín Vizcarra.
Desde que fue destituido Fujimori, el ex presidente que el 5 de abril de 1992 disolvió el Congreso, Perú atravesó dos décadas de escándalos de corrupción durante los mandatos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
El 19 de noviembre de 2000, Fujimori envió su renuncia a la presidencia desde Japón, a través de un fax presentado al presidente del Congreso, Valentín Paniagua.
Sin embargo, un día después el Congreso unicameral de 130 legisladores, de mayoría opositora, rechazó la decisión de Fujimori y lo destituyó por «incapacidad moral permanente» para ejercer la presidencia.
La crisis institucional había sido provocada por la difusión de un video, el 14 de septiembre de 2000, en el que se veía al jefe de los servicios de Inteligencia peruanos, Vladimiro Montesinos, sobornando a un dirigente opositor para que se sumara al a bancada oficialista.
Según señaló después el presidente del Consejo de Ministros, Federico Salas, el Gobierno le pidió la renuncia a Montesinos, pero el influyente dirigente amenazó a Fujimori con un golpe de Estado.
En 2007, el ex mandatario peruano fue extraditado desde Chile donde había llegado en noviembre de 2005, y cuatro años después fue condenado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, debido a su responsabilidad en dos masacres, entre 1991 y 1992, realizadas por militares peruanos contra la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso.
Pero, en diciembre de 2017, tras ser hospitalizado por una afección cardíaca, el expresidente Pablo Kuczynski le otorgó un «indulto humanitario», y Fujimori recuperó su libertad.
A mediados de enero de 2019 la Corte Suprema de Perú, tras reunirse con una junta de médicos, evaluó que la salud de Fujimori era estable y, por lo tanto, ordenó su regreso a prisión.
«La triste coincidencia con los 20 años de la renuncia de Fujimori es que recientemente fue destituido (Martín) Vizcarra, presidente de Perú, por la misma causa, incapacidad moral, aunque las acusaciones tienen una magnitud muchísimo menor que en el caso de Fujimori», dijo a Télam Juan Alberto Rial, secretario del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI), dependiente de la Universidad de La Plata, y docente de Derecho Internacional Público.
«Fujimori ganó tres presidencias, aunque hubo seria acusaciones de fraude que nunca se terminaron de investigar, lo cual nos pone en presencia de lo que se ha llamado ‘democradura’ o ‘dictablanda'», señaló.
Rial recordó que Fujimori fue investigado por la represión de una facción del ejército peruano, conocida como el ‘Grupo Colina’, contra guerrilleros de Sendero Luminoso, donde en al menos dos casos hubo ejecuciones sumarias, conocidas por el exmandatario y por Montesinos, que también afectó a vecinos del barrio donde ocurrió el hecho».
La crisis de aquellos días en los que fue destituido Fujimori tiene alguna semejanza con la situación actual en la que el Congreso peruano destituyó a Vizcarra, el 10 de noviembre, a raíz de su supuesta responsabilidad para recibir sobornos de empresas en Moquegua, entre 2011 y 2014, cuando el ex mandatario era gobernador de esa región sureña.
Vizcarra fue reemplazado por el presidente del Congreso peruano, Manuel Merino, quien unos días después enfrentó una crisis institucional y renunció a la presidencia.
Ahora, en lugar de Merino asumió Francisco Sagasti, un ingeniero de 76 años, quien ejercerá la presidencia hasta terminar el período de Kuczynski, en junio próximo, pos celebración de las elecciones presidenciales previstas para el 11 de abril de 2021.
«Lo sucedido en Perú en estos días, así como lo ocurrido hace 20 años con Fujimori, tiene que llevarnos a la reflexión, porque la democracia es un valor de la región, consagrado por la OEA, el Mercosur y la Unasur», señaló el analista Rial.