Las imágenes de nuestro reportero Juan José García
Sin querer, quizás queriendo, la cuarentena obligatoria enseña a grandes y chicos a disfrutar de las cosas más simples de la vida , desde levantarse sin despertador, hasta preparar un buen mate y hacer esa limpieza que había quedado pendiente. Sin embargo, hay cosas que nunca cambian y muchas familias rosarinas aprovecharon el segundo domingo de cuarentena para disfrutar del sol y un tradicional asado en la terraza.