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Ni la violencia, secuestros a políticos y el coronavirus impidieron las elecciones en Mali


Este domingo se realizaron los comicios legislativos en el país africano en medio de la inseguridad que no para y del avance del Covid-19

La primera vuelta de las elecciones legislativas en Mali se desarrolló este domingo en medio de la inseguridad creciente, actos de violencia en el país que incluyen secuestros de alcaldes y políticos, y la psicosis por la propagación de la pandemia del coronavirus.

Los colegios electorales cerraron a las 18 tras una jornada electoral marcada por una visible baja participación de los votantes inscriptos en las listas electorales, que evitaron acudir a las urnas por miedo a contagiarse el Covid-19.

En Bamako, la capital, se observó en las primeras horas una escasez en cuanto a las garantías sanitarias de los locales electorales, donde además no se respetaba la «distancia social» exigida por las autoridades, lo que causó a veces disputas verbales entre votantes y agentes electorales.

Pese a la evidencia de la falta de medidas higiénicas, el presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita, tras votar en Bamako junto a su esposa, llamó a los ciudadanos a respetar de forma escrupulosa las medidas sanitarias en curso.

Al mismo tiempo recordó que «no escatimará esfuerzos» para obtener la liberación del jefe de la oposición maliense, Soumaila Cissé, candidato y líder de la Unión por la República y la Democracia (URD), en estas legislativas, que fue secuestrado el pasado miércoles por desconocidos.

Miembros del partido URD informaron a la agencia de noticias EFE que en la localidad de Niafunké, de donde proviene Cissé -el segundo candidato más votado en las presidenciales de 2013 y 2018- hubo una movilización masiva de los votantes como respuesta a su secuestro pese al deterioro de las condiciones de seguridad.

Además de Cissé, se ha denunciado también el secuestro del diputado Bourem uld Mataly del partido de mayoría Reagrupamiento por Mali (RPM), y del alcalde de Kareri (norte) Mamadou Coulibaly.

Tanto en Tombuctú como las otras extensas regiones del norte del país (Gao y Kidal) -zonas golpeadas por las recurrentes ataques yihadistas- las elecciones se celebraron bajo altas medidas de seguridad.

Las elecciones legislativas iban a celebrarse poco después de las presidenciales de 2018, ganadas por el actual presidente, del partido RPM, pero fueron pospuestas en dos ocasiones debido al clima de inseguridad en el país que no cesa de deteriorarse.

En cuanto al coronavirus, Mali tiene actualmente detectados 20 casos de contagios y un fallecido, según el último balance del Ministerio de Sanidad maliense.

Tras anunciarse los primeros casos de infección, el gobierno decretó el cierre de las fronteras terrestres -con excepción del tránsito de mercancías- y un toque de queda de 9 de la noche a 5 de la madrugada, que se une al cierre de las escuelas y la prohibición de reuniones de cualquier tipo anunciados días atrás.