CLG fue en busca de la opinión de los rosarinos sobre si hay falta de conciencia entre los que participan o los controles fallan o son insuficientes
El fenómeno de las fiestas clandestinas está entre nosotros. El número de los encuentros entre, mayoritariamente jóvenes, crece día a día como el número de contagios. Muchas son desbaratadas por las fuerzas de seguridad pero la pregunta es: ¿cuántas se desarrollan normalmente sin que nadie se entere o se animen a denunciar?
CLG fue en busca de la opinión de los rosarinos sobre si hay falta de conciencia entre los que participan o los controles fallan o son insuficientes.
«La mayoría de la juventud no lo entiende, por más que haya mas control lo van a seguir haciendo porque están rebeldes«, expresó el primer consultado.
«Cuidarnos significa que cuando vamos a una fiesta no estamos protegiendo al otro, eso es lo más duro y difícil, este país ha caído en la degradación de que cada uno piensa en sí mismo«, soslayó otro.
En consonancia, otra de las consultadas dijo: «Mas allá de que faltan más controles, fundamentalmente falta conciencia de la gente porque así no haría falta que nos vigilen y entender que debemos ayudarnos entre todos hasta que esto se detenga«.
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