El canciller Jorge Faurie destacó este sábado la inclusión de la organización libanesa Hezbollah en el Registro de Terrorismo creado esta semana por el gobierno nacional, al tiempo que valoró los trabajos realizados por la Argentina y otros países en la triple frontera.
El funcionario explicó a radio Mitre que la incorporación de esa organización en el registro -en sintonía con el 25º aniversario del atentado a la Amia – , «fue una decisión que se analizó en distintas etapas».
«Otros gobiernos no la quisieron tomar, el presidente Mauricio Macri hizo un trabajo de ponderación junto con los ministerios de Justicia y de Seguridad, y con la Unidad de Información Financiera (UIF), y todo esto dio un cuadro que se ve reforzado por las conversaciones que se llevan adelante en la zona de la triple frontera».
«Estos trabajos prueban que hay actividades de recaudación y búsqueda de nuevos integrantes de la organización en esa región, y esto termina en actividades terroristas de Hezbollah, todo lo cual ayuda a definir el cuadro de situación», dijo.
El canciller agregó que «hay movimiento de dinero» en esa zona y que «el gobierno argentino lo está siguiendo, y lo hace en colaboración con Brasil y Paraguay, entre otros países». Y continuó: «Hay movimiento de tráfico ilegal de divisas, de armamentos de droga,y es una región con una gran fluidez comercial».
«Hemos acordado volver a retomar la mecánica que existía, y que se había dejado de lado por un signo político ideológico en la antigua gestión, que fueron las reuniones de trabajo concertadas en la triple frontera donde se intercambia información importante», remarcó.
Faurie señaló: «Se trata de velar por la seguridad y la protección de los argentinos; yo creo que todos los argentinos tenemos esta preocupación y hay toda una faz que proviene del narcotráfico».
«En la Argentina el Ministerio de Seguridad ha tomado medidas donde se ayuda a reducir el delito y toda la política del gobierno en esta materia ha sido fuerte y efectiva, se vigila además el movimiento de divisas», sumó el canciller.