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Solidaridad canina

Estudiante fabrica sillas de ruedas para perros y las entrega gratis


Se trata de Alejandro Colli, quien en diálogo con CLG contó de qué se trata "Propaw Lab", el proyecto solidario por el que es reconocido en todo el mundo

 

Por Gonzalo Santamaría

En la última década vivimos un boom de tecnologías de fabricación. Mejor aún, ciertos prototipos se fueron abriendo y bregando por la solidaridad. Estos flamantes creadores muchas veces comienzan a desarrollarse desde la adolescencia, como el caso de Alejandro Colli, estudiante de ingeniería informática.

El joven creo «Propaw Lab», un proyecto donde fabrica sillas de ruedas mediante impresiones 3D para perros. ¿La particularidad? Para el chico de 19 lo que importa es la solidaridad, su producto lo regala para quién lo necesite.

CLG charló con Alejandro Colli que se mostró muy feliz ante la repercusión que tiene su acción. “Trato de estar tranquilo”, reveló en sus primeras palabras.

De la facultad al proyecto, del proyecto a la facultad, así son los días de Alejandro que vive esta iniciativa como un trabajo. “El año pasado venía trabajando con protesis para perros y la gente me pedía sillas de ruedas”, recordó y agregó: “Me hago un tiempo para la facultad, en mi casa no me dicen nada porque me va bien”, expresó entre risas el chico de 19 años.

Colli recibió más de 70 pedidos, “me quedan un montón para responder”, indicó. Mediante redes sociales recibe decenas de mensajes y se alegró al nombrar hasta donde llegó su idea: “Entregué en Buenos Aires, Córdoba, Misiones y en la Patagonía”, afirmó. Al ser gratis, Alejandro sólo pide que el gasto de envío por correo esté a cargo del demandante pero aclaró: “He recibido donaciones a través de Mercado de Pago”.

El muchacho estudia en la Universidad Nacional de Avellaneda, sus compañeros se mostraron interesados en el proyecto y lo ayudan, siente “orgullo” por el rebote que ha tenido y se sorprendió con la entrevista que concedió a RT Internacional. “Sinceramente nunca pensé que iba a llegar a esto. Me gusta y no había nada para perros”, sostuvo.

“Esto es por necesidad de los animales y las personas, las cosas están caras”, añadió Alejandro Colli que ha podido entregar cuatro andadores personalmente: “Se los pones y arrancan perfecto”, reveló.

De la ciudad de Lanús, el estudiante de Ingeniería tarda entre una semana y tres en realizar la silla de ruedas, siempre dependiendo de las características del animal. “Me escriben, me pasan una foto o vídeo, pido indicaciones veterinarias y el peso”, así definió los primeros pasos en donde se comunica con el dueño del perro para comenzar con la fabricación.

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Completamente de plásticos, esta ayuda mecánica tiene un costo entre 400 y 500 pesos, muy alejados de los 10.000 que imponen los productores privados. Dependiendo del peso Alejandro le suele sumar hierro para hacerlo más consistente.

La funcionalidad es la misma, el modelo está a la altura de los que están en el mercado”, explicó el joven sin embargo piensa como mejorar su trabajo: “Quiero mejorar la rapidez de entrega”, confesó a CLG.

Alejandro Colli espera que el proyecto crezca y que se mantenga en el tiempo. Con menos de 20 años se puso al servicio del mejor amigo del hombre sin ningún tipo de objetivo más que ayudar.