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Estados Unidos: ayudante del vicepresidente dio positivo por coronavirus


Se trata de la vocera del vicepresidente, y es la segunda persona de la semana infectada en la Casa Blanca

Katie Miller, la vocera del vicepresidente estadounidense Mike Pence, dio hoy positivo por coronavirus y se convirtió en la segunda persona de la semana infectada en la Casa Blanca, un día después de conocerse el contagio de un asistente del presidente Donald Trump, informaron medios locales.

La detección del caso retrasó casi una hora esta mañana el viaje de Pence al estado de Iowa, ya que varios de los miembros de su comitiva tuvieron que ser evacuados del avión Air Force Two, según la cadena NBC News y EFE.

Un nuevo protocolo para luchar contra la Covid-19 fue implementando esta semana en la Casa Blanca, donde se aumentó el número de pruebas semanales de diagnóstico que se hacen tanto al presidente y vicepresidente como a su personal, a la vez que empezó a verificar la temperatura de los visitantes.

Estados Unidos se convirtió en el epicentro mundial del nuevo coronavirus, con 1.271.775 infectados y 76.368 muertos, según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins.

La emergencia sanitaria llevó a la implementación a mediados de marzo de medidas anticrisis en todo el territorio, que provocaron un parón económico sin precedentes en la primera economía mundial.

El impacto de esta parálisis llevó a que en abril se disparara la tasa de desempleo al 14,7%, con 20,5 millones de empleos destruidos en el último mes en prácticamente todos los sectores, indicó hoy el Departamento de Trabajo.

Este incremento supone el mayor registrado en el país hasta la fecha y se sitúa en niveles no vistos desde la Gran Depresión de la década de 1930.

En total, el número de desempleados asciende a 23,1 millones en Estados Unidos, donde desde el inicio del brote más de 33 millones de personas solicitaron el subsidio por desempleo.

Pese a ser alarmante, Trump consideró que la cifra «no es una sorpresa» ya que se ha tenido que «cerrar la economía artificialmente», al comentar los datos en una entrevista en la cadena conservadora Fox.

En tono electoral, el magnate republicano aseguró que «todos estos puestos de trabajo volverán muy pronto» y apuntó que el año que viene será «un año increíble».

Sin embargo, varios analistas advirtieron que la tasa de desempleo de mayo puede ser aún más elevada y alertaron sobre la dificultad de recuperar el terreno perdido en el corto plazo.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, Trump se ha mostrado ansioso por relanzar la economía del país, cuyos buenos indicadores -con los que contaba el mandatario para su reelección en noviembre- se desplomaron por la parálisis provocada por las restricciones impuestas para frenar el brote.

Por eso, pese a las recomendaciones de los expertos médicos de su país, el mandatario instó a los gobernadores a retirar las medidas anticrisis y reactivar cuánto antes sus estados; una iniciativa emprendida por varios de su correligionarios, como el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis.

Esa directiva fue criticada hoy por una decena de congresistas demócratas de ese estado sureño, que pidieron a DeSantis resistir las presiones y no abrir de forma «apresurada» Florida, a la vez que le urgieron basarse en las pruebas de Covid-19 y al rastreo de contagiados para tomar esa decisión.

Sin embargo, DeSantis dio hoy luz verde para que el lunes reabra el condado de Palm Beach, uno de los tres más afectados por la pandemia de COVID-19, mientras que Miami-Dade, con la mayor cantidad de casos y muertes, espera abrir de forma tentativa algunos negocios, incluidos restaurantes, a partir del 18 de mayo.

Desde el lunes, Florida inició la primera fase de reapertura en 64 de sus 67 condados, dejando afuera a Miami-Dade, Broward y Palm Beach, los más poblados y con más casos confirmados (22.606) y muertes (945).

Los legisladores demócratas dijeron que el aumento de casos persiste en Florida, donde hoy se alcanzaron los 39.199 casos confirmados y las 1.669 muertes, 69 decesos más que este jueves, según informó el Departamento de Salud estatal.

«Además, el número de casos documentados es casi seguro menor que el número de casos reales debido a pruebas insuficientes», señalaron los congresistas en la misiva, en la que apuntaron que hasta el lunes sólo el «2% de los floridanos había sido examinado» según datos oficiales.

«Es inaceptable reabrir el estado y exponer a nuestra población a un mayor riesgo de infección», sentenciaron.

En tanto, en el estado de Nueva York, foco nacional del nuevo coronavirus, un niño de cinco años falleció ayer «por complicaciones relacionadas con la Covid-19», anunció hoy el gobernador Andrew Cuomo.

En una rueda de prensa, Cuomo indicó de que se trata del primer niño que muere en su jurisdicción como consecuencia del nuevo coronavirus y agregó que, hasta hoy, se registraron 73 casos con síntomas similares, al tiempo que se estudia el fallecimiento de otros menores de edad, por si también estuvieran vinculados con el brote.