Por Alberto Fuentes
Esta tarde, Bernardi, ex estrella del equipo del Parque Independencia y ahora técnico de Estudiantes de La Plata, supo parar mejor a su equipo y al final se dio el gusto: el “Pincha” le ganó por 4 a 2 a su ex equipo, un once leproso que hoy no da pie con bola y que es apenas un recuerdo de aquel glorioso plantel del Tata Martino.
Estudiantes fue superior a NOB y el triunfo fue merecido. El penal que se llevó puesto primero el colombiano Otero, ejecutado con maestría y precisión, fue la bocanada de oxígeno que necesito el equipo de La Platra para establecer su juego a un Newell´s que por momentos hizo un buen partido, pero que no pudo mantener ni el ritmo ni el plan de juego (salvo en los últimos minutos del encuentro en los que pareció resurgir). A los 19 minutos del complemento otra vez Otero sacudió el cuerpo desfallecido de este opaco Newell´s y a los 23 minutos descontó Braian Sarmiento.
Pero a los 31 minutos, después de una jugada extraordinaria de Lucas Rodríguez con pase para Zuqui, éste la mando al fondo de la red con un tiro espectacular. Estudiantes le puso el 3 a 1. Y no fue el sello final, porque a los 36 Pavone le puso el 4 para Estudiantes.
A los 40 Leal volvió a descontar para el equipo del Parque, pero fue no más que para la galería, porque a pesar del esfuerzo rojinegro la suerte estaba echada. Y si Newell´s pudo hacer dos, la verdad sea dicha, fue por una malograda actuación del arquero «Pincha» Andujar que tuvo una tarde para el olvido, llena de errores. Lo peor de la cancha.
Horas antes del encuentro Bernardi habia dicho que “el equipo viene creciendo, ya tenemos un piso de referencia y a partir de ahí tenemos que seguir creciendo”…, y se le dio.
Otros tiempos
El equipo del Parque Independencia hoy extraña épocas doradas en donde Nacho Scocco adelante, Maxi Rodríguez y el mismo Lucas Bernardi en el medio campo, con Heinze en la retaguardia, de la mano del Tata Martino comandando la tropa, hacía maravillas. El ex número 7 de Newell´s, el ex capitán admirado incluso hasta por el Tata, le supo dar en la cancha a aquel once leproso ese empuje de líder tan necesario para el grupo humano. Otros tiempos de gloria al que el equipo local puede y debe volver, sin dudas.
Hoy, Lucas, se dio un gusto, aunque en el fondo de su corazón debe haber otro gusto, amargo, porque después de todo el ex 7 leproso es hincha rojinegro, hincha, con todo lo que eso significa, se sabe. Y hoy, como va la cosa, ningún hincha leproso puede estar bien
Video: Orgullo Rojinegro