El interferón beta 1a, utilizado desde hace más de 22 años, no era recomendado en estas situaciones, pero la restricción fue quitada
Una terapia que se utiliza para tratar la esclerosis múltiple desde hace más de 22 años, ahora también puede indicarse durante el embarazo y la lactancia.
Se trata del interferón beta 1a, cuyo uso, hasta hace muy poco, no era recomendado en estas situaciones, pero la experiencia sobre su eficacia y seguridad más los registros de más de mil embarazos sin ningún riesgo, permitieron quitar esta restricción.
En Argentina se calcula que entre 9 mil y 12 mil individuos padecen esclerosis múltiple, esta condición es la afección neurológica discapacitante no traumática más común en adultos jóvenes y afecta más a las mujeres que a los varones en una relación de 2 a 12.
Aunque los síntomas de esta enfermedad pueden variar, los más comunes son visión borrosa, entumecimiento u hormigueo en las extremidades y problemas de control de fuerza y de coordinación y se suele diagnosticar entre los 20 y los 40 años.
La doctora Marcela Fiol, especialista en Neurología y Médica de Planta del Servicio de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de FLENI, dijo: «En el pasado, se desaconsejaba el embarazo para toda mujer con EM. En la actualidad, sólo casos muy puntuales tienen esta restricción».
«Hasta hace unos años, la mujer que deseaba embarazarse debía suspender su medicación 3 meses antes de iniciar la búsqueda. Luego pasamos a 2 meses para casi todas las moléculas. Hasta hace muy poco, dos tratamientos permitían con un buen margen de seguridad ser mantenidos hasta confirmar la gestación: el acetato de glatiramer y el interferón», añadió.
Asimismo indicó: «Recientemente, en base al análisis de extensos registros de población tratada, la mujer con EM que recibe interferón puede mantener el tratamiento durante todo el embarazo y la lactancia, si su neurólogo lo cree necesario».
Con el paso del tiempo y de los desarrollos científicos, esta afección se modificó tanto que se pasó de no contar con ningún tratamiento para controlarla a tener la posibilidad de elegir entre 38 alternativas comerciales en Argentina actualmente y esto cambió la expectativa de la calidad de vida de los adultos afectados llevando la mayor parte de ellos una vida normal.
«Conforme a nuevas informaciones que surgieron y que la experiencia mundial aportó una enorme cantidad de evidencia, los médicos hemos modificado la conducta frente al deseo de gestación manifestado por la paciente», señaló Fiol.
La médica agregó: «Así es como hoy en día, las drogas pioneras entre ellas el interferón, han podido mantenerse hasta la confirmación del embarazo. Drogas aparecidas con posteridad deben suspenderse entre 2 y 6 meses antes, según la molécula, pero ya es altamente infrecuente que los neurólogos deban contraindicar un embarazo».
Si bien se considera que durante el embarazo la mujer se encuentra protegida de la enfermedad, muchas pacientes experimentan un episodio en los primeros tres meses posteriores al parto, por lo que poder continuar recibiendo la medicación durante el periodo de lactancia también es muy importante para preservar la salud de la madre.