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Intentarán el martes

Entre la tensión y la falta de acuerdo, se cayó la sesión en Diputados


En medio de la tensión en Cambiemos por la pérdida de una silla en el Consejo de la Magistratura a raíz de un acuerdo sorpresivo entre las bancadas peronistas, se agrietó el clima político en la Cámara de Diputados y se cayó la sesión prevista para mañana, que pasaría para el martes de la semana que viene.

La decisión se tomó al cabo de una reunión de interbloque en el despacho del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, de la que también participaron Negri, los diputados radicales Mario Bazze y Luis Borsani, la secretaria parlamentaria, Silvia Lospennato (PRO), y el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, entre otros.

La jugada del Frente Renovador y el bloque Justicialista, que decidieron juntar sus votos con los del kirchnerismo para colocar representantes propios en el órgano judicial, encendió la mecha y exasperó los ánimos del oficialismo, especialmente de los radicales.

Defraudados ante lo que consideran una capitulación al kirchnerismo, Cambiemos quiere hacerle pagar el costo al llamado «peronismo racional», y no regalarles una vidriera para que se diferencien del Frente para la Victoria.

«No se puede ir a una sesión a votar con el peronismo ´racional´ a los cinco días de que ellos jugaron con Cristina», explicaron a NA fuentes del interbloque oficialista.

El reproche de la UCR también se extiende al propio Gobierno, y en particular al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, a quien acusan de haber metido la cola para que en el Consejo de la Magistratura el oficialismo perdiera un asiento en manos de la oposición.

En un duro comunicado, la UCR apuntó contra la «impericia en las filas del propio oficialismo» en la negociación de «temas de agenda institucional» como la que incumbe a la composición del Consejo de la Magistratura, cuestionamiento que disparó un fuego cruzado entre los dos partidos de la coalición gobernante.

Con el olor a pólvora todavía sintiéndose en el ambiente, habiéndose derrumbado los puentes de contacto con la «oposición dialoguista» para acordar el temario de la sesión, la convocatoria se desplomó de manera estrepitosa.

El oficialismo intentará reflotar la sesión especial para el martes que viene, pero tampoco tiene garantizado el quórum para ese día, ya que las heridas todavía están frescas, y parece difícil que se pueda enderezar la interlocución con el PJ en un plazo tan corto.

En medio de este desbarajuste, sólo habría marco para aprobar la reforma de Bienes Personales que el senador Miguel Ángel Pichetto consiguió en el Senado a cambio del apoyo de una parte de su bloque al Presupuesto 2019.

Dicha reforma, para que las viviendas de uso familiar valuadas en menos de 18 millones de pesos no sean alcanzadas por el gravamen, consiguió este martes dictamen favorable en la comisión de Presupuesto y Hacienda.

En el tintero podrían quedar iniciativas de importancia como el proyecto de ley de alquileres, que viene debatiéndose hace meses sin encontrar un cauce de consenso.

También podría frustrarse el tratamiento de la ley de Semillas e, incluso, corre serio peligro de naufragio el proyecto del senador Omar Perotti -quien votó en contra del Presupuesto- para reducir la presión impositiva sobre mutuales y cooperativas.

Salvo un volantazo de último momento, parece lejana la chance de encarrilar en la sesión el proyecto radical para que jueces comiencen a tributar en concepto del impuesto a las Ganancias, un tema incómodo para el Gobierno, que no desea sumar un nuevo frente de conflicto con la Justicia.