El papa Francisco lanzó hoy un llamado por la paz para la «amada y martirizada Siria», por la «reconciliación en Tierra Santa» y por el fin de la «crisis política y humanitaria que oprime al pueblo venezolano», al dar su bendición de Pascua en el Vaticano.
«Y, hoy, nosotros pedimos frutos de paz para el mundo entero, comenzando por la amada y martirizada Siria, cuya población está extenuada por una guerra que no tiene fin», dijo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro al dar el tradicional mensaje «Urbi et Orbi» («A Roma y el mundo»).
«Que la luz de Cristo resucitado ilumine en esta Pascua las conciencias de todos los responsables políticos y militares, para que se ponga fin inmediatamente al exterminio que se está llevando a cabo, se respete el derecho humanitario y se proceda a facilitar el acceso a las ayudas que estos hermanos y hermanas nuestros necesitan urgentemente, asegurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados», reclamó.
Frente a unos 40.000 fieles que colmaron la Plaza San Pedro en el último día de celebraciones por la Pascua, Francisco incluyó en sus pedidos a los enfrentamientos en la Franja de Gaza entre sus pedidos.
«Invocamos frutos de reconciliación para Tierra Santa, que en estos días también está siendo golpeada por conflictos abiertos que no respetan a los indefensos», reclamo, luego del asesinato de 16 palestinos por el Ejército israelí en las ultimas horas.
También reclamó paz «para Yemen y para todo el Oriente Próximo, para que el diálogo y el respeto mutuo prevalezcan sobre las divisiones y laviolencia. Que nuestros hermanos en Cristo, que sufren frecuentemente abusos y persecuciones,puedan ser testigos luminosos del Resucitado y de la victoria del bien sobre el mal», reclamó.
«Suplicamos en este día frutos de esperanza para cuantos anhelan una vida más digna, sobretodo en aquellas regiones del continente africano que sufren por el hambre, por conflictosendémicos y el terrorismo», pidió también, especialmente para Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.
«No olvidemos a las víctimas de ese conflicto, especialmente a los niños. Que nunca falte la solidaridad para las numerosas personas obligadas a abandonar sus tierras y privadas del mínimonecesario para vivir», pidió.
«Imploramos frutos de diálogo para la península coreana, para que las conversaciones encurso promuevan la armonía y la pacificación de la región. Que los que tienen responsabilidades directas actúen con sabiduría y discernimiento para promover el bien del pueblo coreano y construir relaciones de confianza en el seno de la comunidad internacional», agrego en su repaso por los principales conflictos mundiales.
Incluyó también a Ucrania, donde rezó para que «se fortalezcan los pasos en favor de laconcordia y se faciliten las iniciativas humanitarias que necesita la población».
«Suplicamos frutos de consolación para el pueblo venezolano, el cual, como han escrito sus Pastores, vive en una especie de tierra extranjera en su propio país», se refirió al país sudamericano.
Su oración de este domingo incluyó también un pedido «para que, por la fuerza de la resurrección del Señor Jesús, encuentre la vía justa, pacífica y humana para salir cuanto antes de la crisis política y humanitaria que lo oprime, y no falten la acogida y asistencia a cuantos entre sus hijos están obligados a abandonar su patria».
Luego de haber celebrado en la Basílica vaticana la Misa de Pascua, Francisco pidió por «los niños que, a causa de las guerras y el hambre, crecen sin esperanza, carentes de educación y de asistencia sanitaria».
«Y también para los ancianos desechados por la cultura egoísta, que descarta a quien no es productivo», agregó.
«Invocamos frutos de sabiduría para los que en todo el mundo tienen responsabilidades políticas, para que respeten siempre la dignidad humana, se esfuercen con dedicación al servicio delbien común y garanticen el desarrollo y la seguridad a los propios ciudadanos», finalizó.