La abrupta caída del PIB entre los meses de abril y junio se suma al retroceso del 5,2% registrado ya en el primer trimestre, con lo que técnicamente el país entró en recesión
La crisis del coronavirus provocó una contracción económica del 18,5% en el segundo trimestre del año en España, el peor desplome en la historia moderna del país, coincidiendo con el período en el que la población fue sometida a un estricto confinamiento para evitar la propagación de la enfermedad.
La abrupta caída del PIB entre los meses de abril y junio se suma al retroceso del 5,2% registrado ya en el primer trimestre, con lo que técnicamente España entró en recesión, tras dos trimestres consecutivos a la baja, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
En términos interanuales, la contracción económica fue aún mayor, con una caída del 22,1%, frente al retroceso del 4,1% del primer trimestre.
La pandemia de coronavirus puso así fin a seis años consecutivos de crecimiento económico, que llegaron tras la última recesión que tuvo lugar entre 2008 y 2013, por la crisis financiera y económica mundial que en España se vio acentuada por las condiciones internas de endeudamiento en el mercado inmobilario.
El hundimiento de la economía española por el coronavirus es el mayor de todas las economías de la zona euro, que en su conjunto registró un retroceso de un 12,1% en el segundo trimestre del año, de acuerdo con la información publicada hoy por la oficina de estadísticas europea Eurostat.
Detrás de España se sitúa Portugal, con una caída del PIB del 14,1%, Francia, con un -13,8% e Italia, con un -12,4%, mientras Alemania retrocede un 10,1%.
De acuerdo con el INE, la disminución del consumo privado, la inversión y las exportaciones han sido los principales factores de arrastre de la economía.
El gasto en consumo final de los hogares experimenta un decrecimiento interanual del 25,7%, mientras inversión en activos fijos materiales decrece una tasa interanual del 30,8% y las exportaciones caen hasta un 38,6%.
En su conjunto, la caída de la demanda nacional restó al PIB un 19,2 %, la contribución más negativa la serie histórica, iniciada en los años 70. La exportación de bienes y servicios, en tanto, fue un 38,6% menor que el mismo período de 2019 y 32,5 puntos menos que en el trimestre anterior.
El Gobierno español estimó que en 2020 el PIB español caería un 9,2%, con la expectativa de que en 2021 se produzca ya una recuperación, con un crecimiento del 6,8%, aunque no se espera volver a los niveles previos a la crisis hasta dentro de al menos dos años.
Tras la reciente publicación de la Encuesta de Población Activa (EPA), que reflejan una destrucción de más de 1 millón de puestos de trabajo durante el segundo trimestre del año, los expertos del Ministerio de Economía española señalaron que estas cifras estaban dentro de lo esperado ya que corresponden al momento de la «hibernación» de la economía, cuando, bajo el estado de alarma por el coronavirus, se llegó a prohibir toda actividad no esencial.
No obstante, «a partir de mayo ya se está observando una recuperación gradual de la actividad», dijo el Gobierno.
A pesar de ello, la recuperación de España descansa en parte a la reactivación del sector turístico, que no está siendo como se esperaba debido a restricciones como la cuarentena británica a los turistas que visiten el país, o las recomendaciones de otros países europeos a no viajar.
De hecho, el comercio, transporte y hostelería, todas actividades vinculadas al turismo, cayeron un 40,4%.
En tanto, el INE registra una caída del 18,5% del empleo en términos interanuales, lo que supone una disminución de 3.394.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.