Los precios de los combustibles subieron 14 veces en la Argentina en lo que va del año y el litro de nafta alcanzó los 54 pesos este fin de semana en las provincias del nordeste, la región más pobre del país.
En la provincia de Corrientes los combustibles ya alcanzan los 52 y 54 en estaciones de servicio de ciudades como Sauce y Chavarría, respectivamente. Los automovilistas de la ciudad de Apóstoles, unos 70 kilómetros al sur de Posadas, tienen que pagar desde ahora 50,29 pesos por un litro de nafta premium en la estación de servicio Axion ubicada en la esquina de Belgrano y Maipú. Allí, el litro de nafta súper subió hasta los 45,09 pesos, mientras que la premium alcanzó los 50,29 pesos; a su vez, el diesel se ubica en los 39,79.
La compañía Axion aumentó hasta 7% los precios de sus combustibles en el interior del país y la empresa Shell se sumó el sábado con un ajuste al alza de hasta el 6,86%, mientras que YPF elevó sus precios este domingo.
La compañía controlada por el Estado Argentino aumentó desde la 00:00 de este domingo sus precios en el interior del país: la nafta súper subió 1,72% y la Infinia (premium) no registró alza; el diésel avanzó 3,22% y el Infinia diésel, 2,5%.
El presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República, Gabriel Bornoroni, aseguró que la nafta «debería aumentar un 9 por ciento más» al argumentar que todavía hay un atraso en el precio. Bornoroni aclaró que las estaciones de servicio son «meras intermediarias» entre la petrolera, que define los precios que deben regir en los surtidores, y el consumidor final.
Hay varios factores que inciden en la formación del precio de venta, que está digitado por las petroleras en las estaciones de servicio propias, es decir, el 80% de las 4.400 que hay en el país. Directivos de YPF dijeron a inversores en la Bolsa de Nueva York la semana pasada que el precio local de los combustibles aún no alcanzó el «umbral de rentabilidad».
Las petroleras aseguran que los valores de surtidor deben seguir subiendo hasta alcanzar el precio de paridad de importación (IPP, por sus siglas en inglés). El IPP es el precio que un comprador paga por bienes importados, y como el mercado local está liberado y en línea con los valores internacionales, habrá que esperar que se alcance esos niveles, que están más arriba que los actuales.