A dos años de su puesta en funcionamiento, el programa «Recupebar», que gestionan de manera conjunta la Municipalidad, el Banco de Alimentos Rosario (BAR) y el Mercado de Productores, logró recuperar 120 mil kilos de frutas y verduras con fines solidarios. Este miércoles, la secretaria de Ambiente y Espacio Público Marina Borgatello participó de la celebración, que incluyó un reconocimiento a los puesteros que se sumaron y a las cuatro mujeres que trabajan recolectando los alimentos donados.
El Recupebar es un programa que se desprende de la campaña «Los Alimentos no se Tiran» y que apunta a recuperar todas aquellas frutas y verduras que no sean consideradas aptas para la venta pero sí para ser consumidas. El alimento descartado es separado, limpiado y donado a comedores e instituciones de la ciudad a través del BAR. De esta manera, aquellas mercaderías que iban a parar a la basura aunque podían ser consumidas ahora son un plato de comida para rosarinos con necesidades.
Durante el encuentro en el predio comercial de 27 de Febrero 3.699, Borgatello resaltó la importancia de la iniciativa, que persigue un triple impacto, económico, social y ambiental. «Es un gran ejemplo que estamos dando desde el Estado en un trabajo junto a organizaciones de la sociedad civil», destacó.
La iniciativa está acompañado del trabajo diario de Romina, María Raquel, María Isabel y Silvia. Ellas, con asistencia y acompañamiento de la Municipalidad, dejaron atrás su duro pasado de recolectoras en el relleno sanitario para pasar a tener hoy un empleo dentro del proyecto de recuperación de frutas y verduras que cumplió un año. Ellas son quienes se encargan de juntar y recuperar la mercadería que, por diferentes razones, los puesteros descartan, y de clasificar todo lo que sea apto para consumo.
Nada se pierde
A partir de un convenio firmado entre la Municipalidad, el Banco de Alimentos Rosario y el Mercado de Productores, en 2017 inició un trabajo tan intenso como solidario y comprometido. Así, comenzó a recuperarse la mayor cantidad de frutas y hortalizas posible, antes de que estas se desperdicien, y poder aprovecharlas distribuyéndolas entre más de 195 comedores de diferentes instituciones de la ciudad. A lo largo de este período se recuperaron más de 120 toneladas de alimentos.
“Estamos más que satisfechos por el gran resultado que ha tenido esta iniciativa a lo largo de un año de intenso trabajo. Esto es un ejemplo de articulación público-privada en pos de la sociedad en su conjunto. Evitamos el desperdicio de alimentos, y logramos que los comedores que los necesitan puedan tener productos de una muy buena calidad”, manifestó la funcionaria.