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Día Internacional del Libro

«En Argentina hay una gran tradición del libro, es inseparable de nuestra cultura»


Un viaje a los lugares más recónditos del mundo, un manifiesto político, un archivo histórico, un compañero para los momentos de soledad, un arma para luchar contra las injusticias, una historia de amor infinito, una herramienta para mantener siempre viva la imaginación. Todo eso y mucho más puede ser un libro. En el Día Internacional del Libro, Rubén Darío Fantini, propietario de una reconocida librería de la ciudad y amante de la literatura, habló con CLG sobre la tradición de la lectura en Argentina y sobre cómo convive con el auge de la tecnología.

«En Argentina tenemos mucha suerte, hay una gran tradición del libro. Es casi inseparable de la cultura argentina», relató Fantini, rodeado de cientos de ejemplares con tapas de colores, blancas y negras, con fotos o dibujos, pero también sólo con palabras.

El librero rosarino consideró que el país apuesta fuerte a la cultura y que ha ido creciendo tanto en la lectura y en la cantidad de personas que eligen dedicarse a la escritura, como también en otros ámbitos. «Por ejemplo, el teatro sigue existiendo, es cada vez mayor y mejor. El cine también. Y la literatura crece. La cantidad de gente que está escribiendo es cada vez mayor», expresó.

En este sentido, recordó a Patricio Pron, el joven rosarino que recientemente ganó el premio Alfaguara de Novela. «Tenemos gente como Pron, que fue cliente de nuestra librería cuando era adolescente y hoy es reconocido en todo el mundo. Todo el tiempo aparecen nuevos valores en escritores argentinos, me parece que eso no se detiene», dijo.

¿Libro vs. tecnología?

Al ser consultado por CLG sobre cómo conviven los libros con la tecnología y si ha habido una disminución en la lectura a partir del uso constante de celulares, computadoras y hasta libros electrónicos, Fantini sostuvo que «el tema de la tecnología ha hecho que los padres estén muy pendientes y hoy vemos mucha gente que entra a comprar literatura infantil».

«Los adultos están tratando de que los niños no sean tan absorbidos por las cuestiones digitales. Hay una gran preocupación y lo vemos con beneplácito. Es una tradición bellísima el nexo del padre, el niño y el libro«, agregó.

Además, consideró que eso no pasa sólo con los niños, sino que aseguró: «Mi sensación es que hay mucha gente que está redescubriendo la lectura, que está entendiendo para qué sirve». Y celebró la iniciativa del gobierno provincial, que reparte 300 mil libros a las escuelas que los chicos se van a poder llevar a sus casas. «Estaba pensando que es excelente porque en muchas casas seguramente sea el primer libro que entre», analizó al afirmar que «el libro tiene todavía mucho para dar».

El arte es la salvación

En relación a la situación de crisis política, social y económica que vive el país actualmente, el librero indicó con mucha determinación que «la única salvación que tiene la sociedad hoy es el arte. Si no nos volcamos masivamente al arte no hay posibilidad de sobrellevar los grandes conflictos que está teniendo la humanidad en este momento. Algunos países se han dado cuenta de eso y encaran todos sus procesos de desarrollo teniéndolo en cuenta».

«En Rosario, por suerte, las gestiones son bastante tendientes al arte y eso me parece que es lo que nos puede salvar. Dentro de eso está la literatura, la poesía, el cuento, el ensayo y la comunicación social, de donde también salen muy buenos escritores», concluyó.

El recomendado del día

Fantini explicó que en los tiempos que corren, incluso para él es muy difícil encontrar tiempo para la lectura, pero que siempre trata de hacérselo. Por eso, para concluir la entrevista recomendó a los lectores de CLG un libro en el que está incursionando actualmente.

«Hace un tiempo empecé a leer ‘El maestro ignorante’, que es del francés Jacques Ranciere. Retoma una experiencia de (el pedagogo francés) Jacotot, alguien que en 1780 en Francia descubrió que muchas veces el docente no es un facilitador hacia un proceso de liberación intelectual, sino un embrutecedor. Entonces escribió este libro. Para mí, hay que tratar de impulsar algunas de las cosas que se dicen acá», finalizó.