El candidato falleció hace once días pero obtuvo la mayoría de los votos. Los ciudadanos de Deveselu celebraron la victoria en el cementerio
En las elecciones municipales del domingo pasado, los vecinos del pueblo de Deveselu, en el sur de Rumanía, reeligieron por amplia mayoría a quien hasta hace poco había sido su alcalde, Ion Aliman. Sin embargo, el candidato falleció, a los 57 años, el pasado 17 de septiembre a causa del coronavirus, informan medios locales.
Aliman se postulaba para su tercer mandato en nombre del Partido Socialdemócrata (PSD). De las 1.600 personas que asistieron a las urnas, 1.020 votos fueron para el difunto. Mientras tanto, el vicealcalde, Nicolae Dobre, asumirá las funciones del burgomaestre hasta que se celebren nuevas elecciones.
Tras la aplastante victoria, los simpatizantes de Aliman acudieron al cementerio para rendir homenaje al alcalde ganador. «Hemos ido a felicitar al alcalde», escribió la usuaria Neti Andrei al publicar el vídeo en Facebook. «Serás siempre nuestro alcalde querido y eterno», añadió.
El hecho fue posible porque según la legislación nacional, si la muerte del candidato ocurre después de que se imprimieron las boletas, estas no se cambian y el proceso electoral debe seguir su curso.
«Permaneció en la papeleta y tenía derecho a ser elegido. Es una situación legal. La gente lo entendió. Con esta votación, también le dieron al PSD el derecho de nombrar otro candidato en las elecciones. Esta situación no me parece extraña en absoluto», comentó Dobre a Digi24.
Una situación similar ocurrió en la comuna de Sadova, donde el alcalde ganador murió horas después triunfar en las recientes elecciones con el 44,98 % de los votos, sobre su oponente.