Una de los grandes retos de la astrofísica es averiguar cómo y cuándo se formaron las primeras galaxias y con ellas, las estrellas. Un nuevo estudio acaba de demostrar que tan sólo 250 millones de años después del Big Bang, es decir, cuando el Universo era casi un recién nacido, ya se habían formado astros en una galaxia muy lejana.
Han llegado a esa conclusión tras la detección de oxígeno en la galaxia MACS1149-JD1, situada a 13.280 millones de años luz y, por tanto, observada cuando el Universo tenía sólo 500 millones de años. De hecho, según explican los autores del estudio en la revista Nature, nunca antes se había detectado oxígeno en una galaxia tan lejana.
El anterior récord lo tenía el equipo liderado por el profesor japonés Akio Inoue, también coautor de esta investigación, que en 2016 logró detectar oxígeno a 13.100 millones de años luz.Ambos descubrimientos han sido posibles gracias a las observaciones realizadas con el radiotelescopio ALMA del Observatorio Europeo Austral (ESO), construido en el desierto chileno de Atacama, a 5.000 metros de altitud, para evitar interferencias y poder captar un tipo de radiación invisible al ojo humano que permite a los astrónomos observar las primeras etapas del cosmos.
Fuente: Noticias Ambientales