CLG dialogó con Marcelo Gattolin, quien hizo un cambio rotundo en su vida para crear un canal de YouTube, que ya tiene 10.000 suscriptores, en el que comparte sus viajes y las historias de cada lugar
Por Santiago Ceron
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Viajar, recorrer, explorar, conocer, desconectarse, conectarse, subirse al asfalto y olvidarse. Todos frutos que otorgan la libertad de un viaje, algo que por ahora ha quedado privado de nuestras vidas. Sin embargo, las pantallas nos dan la posibilidad de, pese a estar en el living de nuestro hogar, subirnos a un vehículo y transitar las rutas y los caminos del país a través de la voz y los ojos de otra persona.
Esa experiencia es la que ofrece Marcelo Gattolin, un rosarino que reside en Santa Rosa de Calamuchita y que a sus 52 años decidió darle un giro de 180 grados a su vida. Empezó a dejar atrás su vida laboral de muchos años para perseguir un ambicioso proyecto personal: crear un canal de YouTube en el que converjan los viajes, la historia y su relato, con el objetivo de cambiar la visión de los argentinos sobre su propio suelo.
Así, Marcelo fundó «El Señor de la 48«, un canal en el que comparte los viajes que realiza a bordo de su tradicional Volkswagen Kombi T2, remodelada por él mismo. En sus videos recorre rutas y caminos del país, a veces acompañado por su perra Lola, mientras relata historias de los lugares que visita. A menos de un año de haberse creado, el canal ya tiene casi 10.000 suscriptores. CLG dialogó con este flamante youtuber quien contó cómo tomó la decisión de dedicarse al canal, cómo llegó a su camioneta y la restauró, y del rol que cumplió la cuarentena en el crecimiento de su proyecto.
«El Señor de la 48 es un proyecto que inicié el 6 de junio de 2019, pero que lo tenía en mente desde mucho antes. Hacía rato que venía intentándolo porque veía otros youtubers que lo hacían y me gustaba la idea. Yo tenía la posibilidad de hacerlo porque el proyecto reunía muchas cosas que ya hice: video, locución y estudiar historia. Todo eso se podía conjugar en un canal», comenzó relatando el rosarino que hoy vive en plenas Sierras de Córdoba.
La idea no era de un simple hobby, sino que implicaba un cambio rotundo en su vida: «Estoy en un proceso personal de cambio de trabajo y de vida, quería ver qué posibilidad había de generar una conexión a través de un canal de YouTube, que de paso me puede ayudar como un trabajo». Sin embargo, el objetivo final va más allá: «El fin más importante es cultural e ideológico, es hacer que la gente quiera un poco más el lugar que pisa. Si uno conoce mejor cada sitio y su historia, se tiene otra dimensión del lugar».
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¿Por qué «El Señor de la 48»? La historia la cuenta el propio Marcelo aquí.
Entonces, aprovechando sus conocimientos previos de edición de video y de locución, empezó a darle forma: «Hice varias pruebas, pero no me gustaba como quedaba. Un día se dio la oportunidad de usar la combi, que la venía restaurando hacía mucho tiempo, para hacer un viaje a Santiago del Estero, ya que mis otros vehículos no estaban en condiciones. Ese fue el primer viaje que hizo la combi en ruta después de cuatro años de restauraciones».
Con ese viaje se hicieron los primeros kilómetros del canal que hoy es El Señor de la 48: «Grabé el trayecto con el celular, me gustaron los videos que filmé, los subí y la gente los empezó a ver. Les gustó lo que yo había hecho, así que arranqué». Un año después, el canal ya tiene casi 30 videos con decenas de destinos e historias contadas por Marcelo y por los lugareños de cada punto del mapa que toca».
El primer video subido a El Señor de la 48:
La producción de los videos no es muy compleja: una cámara que filma el camino y otra que lo filma a Marcelo mientras maneja y realiza su relato. Pero la magia del canal y lo que le ha dado éxito es la clara visión en la mente de su creador, quien sabe perfectamente a qué tipo de público están dirigidos sus videos: «Tener un canal de YouTube en el que se muestra una combi y un tipo de 52 años es difícil, es una red social donde el promedio de edad del que más consume es de 30 y pico. Lo que le dio éxito a este canal fue la pandemia y la cantidad de gente grande en su casa que no tenía mucho que hacer. Los adultos y los adultos mayores se sienten identificados al verme viajar en una camioneta vieja, a veces un perrito que me acompaña y un relato que trato de que sea pausado».
«Muchos pibes jóvenes me cuentan que fueron ellos los que le mostraron el canal a sus padres. La gente grande tiene prejuicios con respecto a lo digital, creen que ellos no pueden acceder cuando es algo muy fácil. Hay chicos jóvenes que no me escuchan porque les parecen videos lentos y largos», añadió.
«Encuentro Vokswagen» en Colón. Según Marcelo, el viaje más largo que hizo con la Kombi:
https://www.youtube.com/watch?v=gfMKgHrct4Y
Como cuenta Marcelo, en los últimos meses la cuarentena ha ayudado mucho a que su proyecto crezca y sus seguidores se lo han hecho saber: «La gente me dice que siente que está viajando conmigo cuando ve los videos, y eso te pega en el medio del corazón. Estoy en Córdoba con una casa muy linda, con vista a las sierras y al río, rodeado de árboles, y no aguanto el encierro. No me quiero imaginar una persona en un departamento en Rosario o en Buenos Aires. Entonces cuando me dicen eso me dan ganas de salir a generar más contenido».
Viajar y aprender
Como explicó Marcelo previamente, el objetivo mayor de su proyecto es generar un efecto y un cambio en la gente que ve sus videos. Para ello, en los viajes que realiza visita lugares y relata la historia que se esconde detrás. Ese deseo de conocimiento viene de antes: «Mi interés por la historia viene de la curiosidad. Empecé a estudiar por qué pasaban ciertas cosas en el país, es algo que me apasiona. Los videos tienen un tinte de documental porque eso también me interesa».
Sin embargo, sus videos no siguen un guión estricto, sino que todo depende de lo que se vaya encontrando: «Yo salgo y no sé qué voy a filmar, voy a un lugar donde sé que hay una historia para contar, pero en el camino van sucediendo cosas y uno lo va armando. Por ejemplo, en uno de mis últimos videos fui a mostrar la desembocadura del río Santa Rosa y en el medio se me ocurrió ir por los caminos de la época de la colonia en vez de la ruta, entonces en el camino voy contando todo lo que sucedió, y llegar a la desembocadura termina siendo un hecho anecdótico, lo que importa es lo que uno va relatando en el camino».
Kombi: trabajo y esfuerzo
La Volkswagen Kombi es un ícono y un símbolo del viajero. Sin embargo, siendo un vehículo de más de 40 años de antigüedad, requiere mucho trabajo poder mantenerla operativa, y eso Marcelo lo sabe muy bien. Sin embargo, no era su idea inicial: «Yo viajaba constantemente al norte por temas de laburo, tres o cuatro veces al año. Allí empecé a ver la posibilidad de hacer un viaje, ya sea en moto, en bici o en auto. En ese momento tenía una pareja que quería que sea en una Kombi por la mística que tienen las Volkswagen, yo tenía otra idea porque sabía que tenían problemas mecánicos».
Pese a la poca convicción, Marcelo decidió ir por la histórica van: «Apareció esta que era una porquería tirada en el medio del campo, no servía para nada, le habían sacado todo, no tenía ni vidrios. La compré y desde entonces fue una cuestión de no parar nunca de trabajar y poner plata».
Después de cuatro años de trabajo, la frustración empezó a aparecer: «Fue otro desafío, le puse tanta plata encima que me podría haber comprado una 4×4, estuve a punto de venderla». Pero el fruto de tanto esfuerzo llegó: «Cuando la puse en marcha no pude, tenía que quedármela».
Hoy ya hace un año que la pequeña camioneta recorre rutas y caminos de tierra del país, aunque no sin algunos problemas: «Quise hacer un viaje a La Rioja y Catamarca, que son dos provincias muy lindas que no conozco, pero la camioneta me dijo ‘no’ y llegué hasta el noroeste cordobés. Me tuve que pegar la vuelta porque la camioneta no estaba en condiciones. Luego de arreglarla, quise hacer el viaje por segunda vez y nos agarró la pandemia».
La restauración de la camioneta, en la voz de Marcelo:
Un proyecto en pleno crecimiento
Si bien el canal ya tiene casi 10.000 seguidores y los videos tienen decenas de miles de visitas, El Señor de la 48 está en una etapa de expansión notable, creciendo día a día. Y así como crecen los números, también crecen las ambiciones de Marcelo: «La idea es retomar la posibilidad de hacer esos viajes a La Rioja y Catamarca, y en verano hacer todo el sur. Esto está en un proceso de crecimiento, no hay un guión de cómo tiene que ser, las cosas van surgiendo y yo me voy acomodando».
«Ahora estoy aprovechando cuando tengo que hacer algún trabajo de encomienda por la zona para hacer un video corto y mantener el canal activo. Tengo la visión de que esto siga creciendo y pueda terminar siendo un canal que documenta lugares que pueden tener algún interés histórico, sin rozar demasiado el turismo comercial. Lo que trato de fomentar es la visión que tiene el viajero, y el viajero no es turista, es un tipo que deja todo y viaja».