El Senado aprobó esta tarde por unanimidad y giró a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que establece que todos los ciudadanos mayores de edad sean donantes a menos que manifiesten su voluntad de no serlo.
La llamada «Ley Justina», en homenaje a la niña de 12 años que falleció el año pasado por no recibir un trasplante de corazón a tiempo, fue aprobada por con 68 votos y enviada a la Cámara baja para su sanción definitiva.
El proyecto, impulsado por los padres de Justina Lo Cane y presentado por el senador de Cambiemos Juan Carlos Marino, modifica la actual ley 24.193 de trasplante de órganos, de manera que toda persona mayor de 18 años será considerada como donante.
Para no ser donante, habrá que manifestar voluntad en contrario, lo que implica que tampoco serán los familiares de alguien fallecido los encargados de autorizar la donación.
«Podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos a toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos», señala el proyecto.
La iniciativa también impone la obligación a los profesionales médicos de notificar al INCUCAI los tratamientos de diálisis que le realicen a un paciente, o cuando le indiquen la realización de un trasplante.
También establece que para asegurar la calidad de todo lo relativo a donación y trasplante, se deberá destinar como mínimo un 20% de los recursos del Fondo Solidario de Trasplantes a capacitación.
El presidente de la Comisión de Salud del Senado, el oficialista Mario Fiad, afirmó que con esta iniciativa se intenta «dar respuestas a las más de 11 mil personas que están esperando un trasplante en Argentina y sobre todo generar una conciencia universal solidaria en la que todos decidamos libremente registrar nuestra voluntad de donantes».