CLG dialogó con Juan Pablo Locatelli, voluntario de la institución, quien explicó que durante los primeros siete días de funcionamiento no llenaron el cupo de 20 plazas habilitadas
El Refugio Sol de Noche volvió a abrir sus puertas el pasado domingo 9 de mayo, tras la llegada de los primeros fríos a Rosario. Esta noche cumplirá sus primeros siete días de funcionamiento del año y desde la institución aseguraron que fue una semana «tranquila» con «poca gente». Así lo aseguró Juan Pablo Locatelli, voluntario de Sol de Noche, en diálogo con CLG.
«La primera semana fue tranquila. El domingo arrancamos con cuatro personas, luego subimos a siete y el viernes cerramos con nueve», contó en primer lugar Locatelli, quien explicó que Sol de Noche funcionará este año con una nómina predefinida y una lista de espera: «Nosotros habíamos arrancado con una lista de personas que ya conocíamos de años anteriores y la idea era ir anotando a otros que se fueran presentando en el refugio. En función de algunas personas que se habían presentado en la puerta, ayer decidimos ir admitiendo a varios y llegamos a 17 personas».
«La idea es seguir ampliando en función de la demanda y llenar el cupo habilitado de 20 personas. Luego, si vemos que con 20 seguimos bien y podemos sumar más gente, lo iremos haciendo. Esto es prueba y error, e ir experimentando cómo se van dando las cosas. No queremos ni estar desbordados, ni que se de una situación que nos haga cerrar», agregó.
Con respecto a los protocolos que mantienen en el marco de la pandemia, indicó: «Tomamos la temperatura y utilizamos alcohol en gel. Tratamos de que se mantenga la distancia, pero a veces es difícil. La insistencia con los cuidados es un trabajo que hay que hacer permanentemente. Pedirles que se cuiden, que se laven las manos, que se pongan bien el barbijo. De todas maneras, pasamos una semana entera y no tuvimos ninguna complicación».
Además, Locatelli aseguró que esperaban otra situación: «Nos imaginábamos que podíamos llegar a tener mucha gente agolpada en la puerta, pero no pasó. Pensábamos que la primera semana iba a ser más complicado con más gente, pero por suerte fue tranquila. No hizo mucho frío y eso ayuda. Veremos qué pasa esta semana».
Al ser consultado sobre cómo se encuentran las personas en situación de calle en función del coronavirus, señaló: «El Covid no les cambia mucho la realidad a las personas en situación de calle. De todas maneras, hay algunos que sí están un poco preocupados porque quizás tenían alguna actividad informal que se vio afectada por la pandemia, como changas o cuidacoches».
«En cuanto a las donaciones venimos bien, principalmente gracias a la difusión que venimos teniendo en los medios. La gente empezó a colaborar y estamos muy agradecidos», concluyó.
Durante el 2020 Sol de Noche abrió sus puertas apenas una semana después de iniciada la cuarentena obligatoria y se mantuvo en funcionamiento hasta el 11 de septiembre con un formato atípico de 24 horas, para que las personas en situación de calle tengan un lugar donde cumplir con el aislamiento social obligatorio que regía en ese entonces. Este año el formato será similar al de años anteriores, abriendo sobre el fin de la tarde hasta la mañana, pero con una ocupación del 30%, inicialmente.