Este jueves, el pueblo judío conmemora Iom HaShoá Vehagvurá. Es un día para rendir homenaje a todos aquellos que fueron víctimas del genocidio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. CLG dialogó con el rabino Shlomo Tawill, quien dio una reflexión sobre esta jornada.
Mantener vivo el recuerdo de quienes fueron asesinados y vivieron los horrores del Holocausto es el eje fundamental para que la historia no se repita. «Esta es una conmemoración muy sensible. No hay judío que no haya perdido a un abuelo o tío en esta Segunda Guerra Mundial», aseguró Tawill.
Asimismo, destacó: «Se recuerda el exterminio de seis millones de judíos, y tiene muchas connotaciones, pero ante todo: el recuerdo de no olvidar para que no vuelva a pasar». Para el pueblo judío, el respeto por los que ya no están es fundamental para despertar la memoria. En Israel, en este día, suenan las sirenas y todos dejan sus actividades. Se ponen de pie durante dos minutos en su honor. Una muestra de que siguen presentes.
Además, el presidente de Israel, el primer ministro, su gabinete, diputados, jueces, dignatarios, sobrevivientes con sus familias y público en general participan de una ceremonia en la que se encienden seis antorchas, una por cada millón de judíos masacrados entre 1939 y 1945.
Por otro lado, el rabino aseguró que esto es importante para «reflexionar en qué ámbito esto se generó». «Era un ámbito donde la intelectualidad y la ciencia eran muy avanzadas, pero con todo eso dio lugar a lo más terrible, a la miseria más grande en la que un ser humano puede caer cuando no se cree en un Dios, en un ser todopoderoso que rige el mundo, que controla y al final castiga a estos depredadores, a esta gente de maldad», sostuvo.
Tawill no quiso dejar de destacar: «Con fe, el pueblo judío siempre supo y pudo salir adelante de todas las tragedias que viene sufriendo desde la esclavitud en Egipto». «En todas las persecuciones en su historia, siempre surgieron personas de fe y líderes que sacaron adelante al pueblo», agregó.
«Eso también nos enseña cómo la persona nunca debe caer ante las adversidad, siempre tiene que verlo como una oportunidad para volver a crecer, como una semilla que se pudre en la tierra para después crecer con frutos», finalizó el religioso.