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Duro cara a cara

El quiebre entre la selección y Sampaoli: “No confiamos en vos”


Un texto publicado por el periodista Ariel Senosian, en el sitio web cronicasdeayer.com, reveló cómo fue quiebre entre el plantel del seleccionado argentino y su entrenador, Jorge Sampaoli, en pleno Mundial de Rusia. Una de las frases que más retumbó fue: “Ya no confiamos en vos”.

El documento, publicado y escrito por el periodista de TyC Sports, habla de una reunión entre los 23 jugadores y el cuerpo técnico, liderado por Sampaoli y conformado también por Sebastián Beccacece y Lionel Scaloni. También estuvo presente Chiqui Tapia, presidente de la AFA.

En resumidas cuentas, el plantel fue contundente contra el DT. “Ya no confiamos en vos. No nos llega lo que decís”, sentenciaron los oradores del grupo, Javier Mascherano y Lionel Messi.

Algunas otras cuestiones que llamaron la atención fueron la reacción de Beccacece, quien le dijo a Sampaoli que renuncie ante esa situación, y el “consejo” de Tapia al entrenador casildeense, a quien le dijo “tenés que ceder”.

A continuación, el parte del texto:

«El tren recorre los 370 kilómetros de oeste a este, de Nizhny Novgorod a Moscú. Puro bosque a los costados. No menos de mil argentinos en el interior, no más de doscientos de otras nacionalidades. La señal de wifi aparece sólo cuando el tren se acerca a las estaciones intermedias. En la era de la comunicación, resulta imposible saber si Nigeria ayuda a Argentina.

Primero Nigeria debía ayudarse a sí misma: una derrota ante Islandia la hubiese eliminado y un empate, prácticamente también. Los dos goles de Ahmed Musa, que el mes anterior había sido noticia por regalar bolsas de arroz con su cara en Kano, su pueblo nativo, también aliviaron a la selección de Sampaoli. Así, una victoria a Nigeria por un gol más que un eventual triunfo de Islandia a Croacia lo llevaría a octavos de final.

Mientras el Mundial otorgaba una vida, los jugadores pensaron en ejecutar el plan. Sabían que para afrontar esa vida ya no había posibilidad de cambio de técnico. Pero creían que ese técnico no podría tener plenos poderes. Lejos de eso, se los querían recortar.

Muchas veces se habló alrededor de este plantel de su pretendida autogestión. Quizás naciera de la sensación de superioridad que pudieron tener los jugadores, más acostumbrados al fútbol de élite que los técnicos de los últimos años de la selección. Gerardo Martino llegó a proponerles mayor participación, sin recibir nunca una respuesta positiva. Seguramente más mito que realidad esa famosa autogestión, el planteo de la noche del viernes 22 de junio igualmente superaría cualquier antecedente.

Los futbolistas citaron a una reunión al técnico y dos de sus ayudantes. Los hijos querían retar al padre. Allí fueron Jorge Sampaoli, Sebastián Beccacece y Lionel Scaloni. En no más de quince minutos, escucharían una larga lista de reclamos: las pruebas, la inseguridad, las formaciones, los cambios, las acusaciones, sus peleas, sus nervios. «Si estás nervioso, el jugador lo percibe. Si el jugador no te cree es imposible que después puedas lograr algo tan importante como una organización colectiva». Sampaoli lo había dejado escrito.

El discurso del plantel, encabezado naturalmente por Mascherano y Messi, apuntó justamente a la pérdida de credibilidad: «No nos llega lo que decís. Ya no confiamos en vos. Queremos tener opinión».

Lo primero que surgió en Sampaoli fue la sorpresa: «¿Opinión en qué?».

-En todo.

-¿Y ustedes van a armar el equipo, dirigir los entrenamientos, todo?

Messi apuntó especialmente: «Me preguntaste diez veces a qué jugadores querías que pusiera y a cuáles no, y nunca te di un nombre. Decime adelante de todos si alguna vez te nombré a alguien».

En la sala, además de los veintitrés jugadores y los tres integrantes del cuerpo técnico, estaba presente Claudio Tapia. El presidente de la AFA sabía de antemano lo que le dirían al entrenador, a quien sólo le dijo «tenés que ceder».

El inicio de la reunión tuvo una contundencia claramente mayor a la del final. La conclusión fue el consenso. Que el técnico se enfocara y no alterara. Y que los escuchara, prácticamente lo que había querido hacer en otros momentos.

Sebastián Beccacece pensó en renunciar. Sólo lo frenó el pedido de Tapia a su representante Cristian Bragarnik: «Decile que por favor no se vaya, es al que los jugadores escuchan». Beccacece, incluso, le advirtió a Sampaoli que un entrenador no podía bancarse todo.