Desde hace más una década que en la región de Sikkin no se utilizan pesticidas químicos. Todos los días a las 07:00 unos 400 trabajadores se lanzan a los arbustos en la plantación de té 100% orgánica Temi, que la semana pasada fue galardonada por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por ser el «primer estado orgánico en el mundo».
Con todas sus tierras agrícolas certificadas como orgánicas y la utilización de pesticidas químicos prohibida por el gobierno en 2003, el pequeño estado, escondido entre Nepal y Bután, recibió el principal premio «Future Policy Award» de la FAO.
Temi, perteneciente al departamento de Comercio y establecida en 1969, inició su camino para convertirse en una plantación orgánica en 2005 y tres años más tarde fue reconocida por primera vez como «100%» orgánica.
Sin embargo, el camino no fue fácil para esta plantación, que anualmente produce entre 80 y 100 toneladas de té negro, té verde, té blanco y té combinado con frutas orgánicas, flores y especias. En las primeras fases de la conversión, la producción cayó un 50%. Sin embargo, con continuos esfuerzos y practicando un método científico de agricultura orgánica, la plantación logró poner su producción a la par que la agricultura convencional en el curso de 11 años.
En la actualidad, cuenta con 223 hectáreas de extensión, 177 de ellas de plantaciones de té, y 400 trabajadores que viven en las propias instalaciones de Temi, en su mayoría mujeres. Las hojas se recogen en dos fases entre las 07:00 y las 16:00 horas, pero el trabajo en la fábrica no para nunca, incluso durante la noche, para que esta bebida 100% orgánica llegue a las tazas de los consumidores a la mayor brevedad.
Temi es solo uno de los cientos de terrenos agrícolas que han logrado esta distinción en Sikkim. Ese camino tortuoso que comenzó en 2003, cuando el gobierno regional retiró los subsidios para los fertilizantes.