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El Papa recibe al presidente armenio para hablar de la «descristianización de Medio Oriente»


 

El papa Francisco recibirá mañana en el Vaticano al presidente de Armenia,
Serge Sargsian, en una reunión que tendrá como uno de los ejes «el drama de
la descristianización de Medio Oriente», según anticipó en diálogo con
Télam el embajador armenio ante la Santa Sede, Mikayel Minasyan.
La visita se dará tres años después del encuentro del 12 de abril de 2015
en el que el pontífice denunció el primer centenario del genocidio armenio,
lo que le valió un incidente diplomático con Turquía que incluyó el retiro
del embajador de Ankara en el Vaticano durante casi un año.
«Uno de los temas del encuentro será el drama de la descristianización de
Medio Oriente, que nosotros estamos viviendo aún como la continuidad de una
tragedia histórica», aseveró Minasyan.

«No miramos a los cristianos en Medio Oriente como algo genérico, sino que
lo vivimos en nuestra piel. Los armenios estamos en toda la región, tenemos
importantes comunidades en Siria, en Líbano, en toda la zona», planteó el
diplomático.
El embajador armenio cuestionó que a más de un siglo del genocidio armenio
«hay miles de cristianos huyendo y siendo asesinados por la guerra en
Siria.
«Los descendientes de los que escaparon de los fundamentalistas en 1915
ahora escapan de otros fundamentalistas», criticó.
El pontífice recibirá en su biblioteca a Sargsian y luego mantendrá
encuentros privados con el Patriarca de la iglesia católica armenia,
Karekin II, y con el de la Gran Casa de Cilicia, Aram I, «en una triple
visita que marca la importancia del ecumenismo», reforzó Minasyan.

Tras los encuentros privados, Francisco, Sargsian y los líderes armenios
descubrirán en los jardines vaticanos una estatua en bronce de San Gregorio
de Narek, «símbolo del ecumenismo y hermandad entre cristianos católicos y
ortodoxos, que fue nombrado el 36 doctor de la Iglesia Universal por el
propio papa, convirtiéndose en el primer no católico en enero ese
privilegio», agregó el diplomático.
Minasyan destacó además a Bergoglio como «un aliado de la causa» de su
país, y recordó su condena al genocidio armenio en 2015, «cuando se cumplió
el primer centenario» de la matanza perpetrada por el Imperio Otomano.

El último encuentro entre el papa Francisco y Karekin II fue en junio de
2016 durante al viaje apostólico de Bergoglio al país asiático, en el que
denunciaron que «las minorías étnicas y religiosas se han convertido en el
objetivo de persecuciones y de tratamientos crueles» y lamentaron un
«ecumenismo de sangre» de los cristianos en la región.
Durante ese viaje a Ereván, y pese a que no estaba escrito en los discursos
oficiales preparados por la secretaría de Estado vaticana, Francisco volvió
a condenar el «genocidio armenio», que Turquía se niega a reconocer.
«En Buenos Aires siempre hablé de genocidio armenio, así que no había razón
para cambiar ahora», recordó Bergoglio entonces en el vuelo de retorno a
Roma.