El Sumo Pontífice mencionó en Twitter partes de la homilía que dio este domingo en Asti, una pequeña ciudad italiana situada al norte del país, desde donde esta encabezó la Santa Misa
El papa Francisco pidió este domingo que recen “por los asolados por la guerra, en particular en la martirizada Ucrania” y por “las familias de las víctimas del grave incendio en un campo de refugiados en Gaza, Palestina”.
Al menos 21 palestinos, entre ellos varios niños, murieron el jueves pasado tras un incendio en una vivienda de tres plantas.
Francisco recordó a los fallecidos de ese siniestro, pero también volvió a solidarizarse con Ucrania, tras la guerra iniciada el pasado 24 de febrero con la invasión rusa.
“Nuestro tiempo está viviendo una carestía de paz: pensemos en los muchos lugares del mundo asolados por la guerra, en particular en la martirizada Ucrania. ¡Manos a la obra y sigamos rezando por la #paz!”, escribió el Sumo Pontífice en su cuenta de Twitter.
Nuestro tiempo está viviendo una carestía de paz: pensemos en los muchos lugares del mundo asolados por la guerra, en particular en la martirizada Ucrania. ¡Manos a la obra y sigamos rezando por la #paz!
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 20, 2022
Asimismo, agregó: “Recemos también por las familias de las víctimas del grave incendio en un campo de refugiados en Gaza, Palestina, donde también fallecieron varios niños. Que el Señor acoja en el cielo a los que han perdido la vida y consuele a esa población tan probada por años de conflicto”.
Recemos también por las familias de las víctimas del grave incendio en un campo de refugiados en Gaza, Palestina, donde también fallecieron varios niños. Que el Señor acoja en el cielo a los que han perdido la vida y consuele a esa población tan probada por años de conflicto.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 20, 2022
Francisco mencionó en esa red social partes de la homilía que dio este domingo en Asti, una pequeña ciudad italiana situada al norte del país, desde donde esta encabezó la Santa Misa.
“En el #EvangeliodeHoy, el buen ladrón llama a Jesús por su nombre, le confiesa sus faltas, ruega: ´Jesús, acuérdate de mí´. Es así que un malhechor se convierte en el primer santo. Se acerca a Jesús por un instante y el Señor lo tiene consigo para siempre”, precisó.
Además, agregó: “Jesús, que está despojado en la cruz, levanta el velo sobre Dios y destruye toda imagen falsa de su realeza. Mirémoslo a Él, para encontrar el valor de hacernos siervos para reinar con Él”.
“He venido a reencontrar el sabor de las raíces. Hoy el Evangelio nos lleva nuevamente a las raíces de la fe”, afirmó el Sumo Pontífice frente a los fieles.