El omega-3 de aceite de pescado no solo es un aliado fundamental del sistema inmune para hacer frente al Covid-19, sino que también es clave para reforzar las defensas ante el invierno y el frío
Por la Dra. Paola Harwicz *
Dentro de las maneras de combatir el coronavirus, los ácidos grasos omega-3 se presentan como aliados fundamentales del sistema inmune para atemperar los cuadros clínicos más difíciles y prevenir los peores desenlaces. Los pacientes con hipertensión arterial, obesidad, diabetes o patologías cardiovasculares y cerebrovasculares pueden beneficiarse de este grupo de nutrientes, que no pueden ser creados por el organismo humano si no es a través del consumo de ciertos alimentos, como el pescado.
Una investigación dirigida por el Instituto Linus Pauling de Estados Unidos, junto con colaboradores de la Universidad de Southampton en Reino Unido y la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, entre otros especialistas, señala que el omega-3 tienen una función clave en este contexto de pandemia, junto a las vitaminas C, la vitamina D y el zinc. De acuerdo al estudio, esto se debe al rol que juegan estos ácidos grasos esenciales en las principales funciones del sistema inmune que actúan ante un eventual contagio.
Cuando un agente patógeno (como un virus) ataca al cuerpo humano, una de las respuestas inmunológicas es la inflamación. Inmediatamente, el cuerpo actúa llevando a la zona una gran cantidad glóbulos blancos para defenderse. En este mecanismo biológico, el omega-3 y otros ácidos grasos esenciales controlan la producción de esos glóbulos blancos, regulándolos para alcanzar una respuesta inmune adecuada que no dañe al propio organismo.
El omega-3 es un ácido graso poli-insaturado que el organismo humano no puede generar por su cuenta. Por eso es necesario adquirirlo a través de una dieta rica en alimentos como el atún, salmón o sardina. También se puede recurrir a suplementos dietarios de venta libre. Para este caso, hay numerosas opciones en el mercado, como Regulip 1000, suplemento a base de aceite de pescado que, además de su función anti-inflamatoria, reduce los niveles de triglicéridos en sangre y mejora el perfil lipídico al reducir los niveles de Apo B colesterol NO HDL considerado un marcador de riesgo.
De hecho, Argentina es una de los países con menos consumo de pescado. Mientras que el consumo promedio a nivel mundial supera los 20 kg., con un incremento anual del 1,5% de acuerdo a los datos relevados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el país se alcanza apenas los 5 kg. por habitante en el año. Esto indica la necesidad de reforzar su consumo, sea en alimentos o suplementos dietarios.
También se ofrecen en el mercado fuentes de omega 3 alternativas, como el aceite de chía, otro de los anti inflamatorios naturales que está en boga. Sin embargo, según investigaciones respaldadas por la Sociedad Estadounidense de Nutrición, son los ácidos grasos del tipo omega-3 que se encuentran en el pescado (EPA y DHA) los que han demostrado tener mayores efectos, en comparación con los presentes en los alimentos vegetales y suplementos a base de chía (ALA).
Es cierto que la alimentación por sí misma no evita o cura la infección por coronavirus o por cualquier otro virus. Más bien se trata incorporar al organismo fuentes de nutrientes claves que ayudan a fortalecer las defensas naturales y la respuesta del organismo ante los agentes patógenos que provocan las infecciones.
En tiempos de Covid-19, mantener una dieta saludable y completa con vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales es fundamental para ayudar a que el sistema inmunológico pueda estar fuerte y protegido.
(*) MN: 84182, especialista en cardiología y nutrición.