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El mundo musulmán celebra el mes del Ramadan


El Ramadán coincide con el momento en que Mahoma recibió su primera revelación del Corán. Por primera vez en la historia, se celebra en un contexto marcado por los toques de queda

El Ramadán es un mes sagrado porque coincide con el momento en que Mahoma recibió su primera revelación del Corán, el libro sagrado del Islam. Durante este periodo, los musulmanes deben evitar beber y comer mientras es de día. Tampoco pueden fumar ni mantener relaciones sexuales.

Los creyentes consideran que su sacrificio les permite acercarse a Alá, el dios musulmán. Además, también es un periodo para arrepentirse de los pecados, reflexionar sobre su religión y ponerse en la piel de los más necesitados.

El inicio del Ramadán varía de pocas horas entre las diferentes naciones del mundo, dependiendo de la hora en que la luna creciente es vista por los expertos islámicos. El mes de ayuno terminará la tarde del 23 de mayo con la fiesta de Eid al-Fitr, marcada por celebraciones y banquetes. Según la tradición, este mes Dios reveló el Corán al profeta Mahoma. Es uno de los cinco pilares (deberes) del Islam junto con la peregrinación a la Meca, la oración canónica, el testimonio de fe y el pago de limosnas.

Por primera vez en la historia, el Ramadán se celebra en un contexto marcado por los toques de queda y los lugares de culto y tiendas cerradas. Las autoridades han prohibido el acceso a las mezquitas o han impuesto restricciones a la afluencia de fieles en la Arabia Saudita, Túnez, Marruecos, Argelia, Egipto, Kuwait, Bahrein, Qatar, Jordania, Iraq y en los Emiratos Árabes Unidos (Eau). Para hacer frente a las restricciones a la circulación y a la vida social, incluidas las ceremonias religiosas, algunas organizaciones musulmanas han promovido seminarios y videoconferencias en línea.

Los expertos creen que la pandemia podría afectar a los suministros y provisiones de alimentos, en un período en que es práctica común consumir abundantes comidas al atardecer, cuando termina la jornada de ayuno. En Arabia Saudita, las empresas han comenzado a aumentar las reservas estratégicas de productos de primera necesidad; sin embargo, con el toque de queda establecido en el reino wahabí y en muchas otras naciones de la zona, persisten las dudas sobre la posibilidad real de comprar para las personas, respetando el distanciamiento social impuesto por la emergencia.

En el pasado, los fieles solían decorar casas, calles y tiendas para el mes sagrado. Hoy en día la gente fatiga para asegurarse la comida necesaria para alimentar a sus familias. En Egipto, algunos almacenes de alimentos han introducido el racionamiento en la tipología y la cantidad de productos disponibles para cada comprador, lo que dificulta el abastecimiento de núcleos más numerosos. El Gran Mufti Shawki Allam invita a examinar «los aspectos positivos» de este período en el que muchas personas «están en cuarentena», convirtiendo la crisis sanitaria «en una oportunidad para reavivar los vínculos, perdonar y restablecer el espíritu de serenidad y cooperación.

En algunas zonas de Oriente Medio, la llamada a la oración se utiliza para animar a la gente a mantenerse sana. En Kuwait se ha modificado la invocación normal insertando la frase «oren en sus casas» en lugar del tradicional «vengan y oren». Mientras tanto en Turquía la Oficina de Asuntos Religiosos confirma que «todo creyente con buena salud debe ayunar como Dios manda». A pesar de las dificultades para encontrar suministros, «el ayuno no plantea ningún riesgo particular para la propagación de la enfermedad».

El Ramadán en la época del coronavirus – concluye Asia News – crea otro frente de confrontación entre sunitas y chiítas, con los primeros que excluyen la hipótesis de distender la obligación de ayunar, mientras que los segundos se muestran como posibilistas para preservar la salud, especialmente de los que tienen que trabajar. Ejemplar en este sentido es la fatwa emitida por el gran ayatolá Al Sistani, según la cual, si un musulmán teme ser infectado, «la obligación de ayunar cae».