Los trabajos de conservación hechos por distintos grupos en las últimas décadas han tenido resultados positivos para algunas especies. Una de las beneficiadas es la población de gorilas de montaña que dejó de formar parte de la Lista Roja de especies amenazadas.
En el año 2008 se calculaba que la cantidad de gorilas de montana era de alrededor de 680 individuos, los cálculos de este año, después de una década, demuestran que ha aumentado a más de 1000, siendo la cifra más alta registrada para la subespecie.
El anuncio de esta buena noticia lo hizo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, encargada de actualizar todos los años los datos.
El hábitat de este animal que vive en un área restringida, cubre aproximadamente 792 kilómetros cuadrados en dos lugares de la República Democrática del Congo (RDC), Ruanda y Uganda: el macizo de las Virunga y la región de Bwindi-Sarambwe. Es una zona rodeada de cultivo agrícola y una población humana en crecimiento y estos gorilas siguen siendo amenazados por la caza ilegal y algunas enfermedades traídas por el hombre, por ejemplo el ébola.
Afortunandamente, el trabajo de muchas organizaciones comprometidas con la vida silvestre han logrado preservar la especie.