Política y Economía

El gobierno confía en un rápido fallo de la Corte Suprema que convalide el reemplazo de jueces


La suerte de Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli. Espadas judiciales del oficialismo insisten en señalar la soledad del presidente del máximo Tribunal.

En el Gobierno primó el silencio durante las primeras horas posteriores a la decisión de la Corte Suprema de aceptar el per saltum y decidir sobre la suerte de los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli, los magistrados que investigaron a Cristina Kirchner y cuyos traslados, ordenados por Mauricio Macri, fueron revocados por el Senado.

En la Casa Rosada sostienen que en el transcurso de la tarde la ministra de Justicia Marcela Losardo se referirá al fallo. En la Cartera de Justicia por ahora señalaron que no había una decisión tomada al respecto.

El lunes Losardo había sido categórica sobre la posibilidad de que la Corte aceptara tratar el desplazamiento de los jueces. “Si la Corte habilitara el per saltum y decidiera que sigan en sus lugares sería un escándalo, habilitaría a lo que no se quiere hacer, que el Ejecutivo traslade jueces», señaló en declaraciones a Futurock.

La incertidumbre sobre el fallo de fondo que está en manos del Máximo Tribunal domina a los principales actores del oficialismo. La noticia de la Corte sorprendió al presidente Alberto Fernández, que había cuestionado públicamente al titular del Tribunal Carlos Rosenkrantz, en Rosario, adónde anunció la inversión de $3 mil millones en materia de Seguridad.

“La Corte queda lejos”, explicaron sin apuro cerca del mandatario que por la tarde se disponía a ocupar su despacho en la Casa de Gobierno.

En las oficinas más importantes de la Rosada, la semana pasada, descontaban que la Corte Suprema avalaría la decisión de la Cámara de Casación que dio luz verde a los decretos presidenciales que convalidan la decisión del Senado.

El fallo de la Corte representa a todas luces un revés para el Ejecutivo, que hubiera preferido un rechazo del recurso presentado por Bertuzzi, Bruglia y Castelli. Sin embargo, algunas espadas judiciales del oficialismo en el Congreso, que responden a Cristina Kirchner, creen que esa razón es la que le permite al oficialismo ilusionarse con una decisión final que lo beneficie.

“Sigue habiendo final abierto, aunque me animaría a decir que van a rechazarlo, porque la lógica de la Corte es hacer un reparto. En este caso, es una decisión favorable de los jueces, pero en los fundamentos encuentro alguna clave de que esto va a salir bien para el Gobierno”, expresó un dirigente de diálogo fluido con la vicepresidenta.

Se refiere, en particular, a todo el fallo considerando número seis de la resolución de la Corte, que habla de la gravedad «institucional inusitada» que concierne el fallo y a la presunta soledad de Rosenkrantz, que según la misma fuente, se queda evidenciada en la resolución, y de la que ya había habido constancia en fallos anteriores en la que el titular del máximo Tribunal no pudo imponer su criterio. “Está más solo que nunca”, habían señalado dirigentes del oficialismo cercanos al Presidente.

La sentencia de la Corte deja en suspenso los reemplazos de los jueces que avanzaban en el Consejo de la Magistratura. En el oficialismo se ilusionan con un fallo de fondo inminente del máximo Tribunal, el próximo martes, que corrija esta resolución y convalide los reemplazos de los magistrados.

En la misma línea, el diputado Eduardo Valdés, muy cercano al Presidente, criticó el fallo y señaló a los medios, pero se mostró optimista respecto a un fallo de la Corte. «Me sorprende (el fallo). La presión mediática derivada en esas movilizaciones ha logrado esto. Pero me parece que el resultado va a ser no aceptar (el reclamo de los jueces) y van a tener que volver al juzgado original», sentenció en una entrevista con C5N.