El gesto solidario de una mujer tras el fallecimiento de su bebé

El bebé de una joven perdió la vida tres horas después de haber nacido y la mujer decidió realizar un enorme gesto para ayudar a otros bebés

El bebé de una joven perdió la vida tres horas después de haber nacido y la mujer decidió realizar un enorme gesto para ayudar a otros bebés

Transformar el dolor en solidaridad. Así es la historia de Sierra Strangfeld, la mujer que donó la leche materna tras la muerte de su bebé. El enorme gesto de la mujer conmovió a todos y ya recorrió el mundo entero.

Sierra, de 25 años y oriunda de Wisconsin, Estados Unidos, esperaba a su segundo hijo con mucho entusiasmo hasta que en la semana número 25 del embarazo le diagnosticaron al bebé Trisonomía 18, conocido como Síndrome de Edwards, un raro trastorno genético que ocurre en aproximadamente 1 de cada 6000 nacimientos vivos.

En ese momento, la mamá decidió someterse a una cesárea de emergencia. «Cuando me dijeron que probablemente pasaría, pedí una cesárea ese día para verlo vivo», aseguró Sierra a Fox News.

El bebé, llamado Samuel, nació con vida. Tres horas después, el pequeño perdió la vida. En ese momento, a pesar de estar atravesando una tragedia, Sierra recordó la situación que pasó durante su primer embarazo cuando no podía amamantar a su pequeña.

“Cuando me di cuenta de que estaba embarazada de nuevo, no quería nada más que tener éxito en la lactancia”, comenzó escribiendo la joven en su cuenta personal donde relató el paso a paso del conmemorable hecho, y continuó: “Pero cuando supimos del diagnóstico de Samuel, entendí que eso no iba a suceder. Sólo otra esperanza que me quitaron”.

De esta manera, la madre posteó: “Antes de que Samuel falleciera, me dije a mí misma que me sacaría la leche para donarla. Después de todo, a Porter -su otra hija- le dieron leche donada más de la mitad de su primer año de vida“, avisó y añadió: «No podía salvar la vida de Samuel, pero quizás podría salvar la de otro bebé».

Durante 63 días, la joven se sacó la leche materna que producía para donarla a un banco de leche y llegó a 15 litros. «Hubo momentos en que estaba enojada y me preguntaba ¿por qué tenía que sacar mi leche cuando no tenía un bebé que alimentar? ¿Por qué me despertaba en medio de la noche para esto? La otra parte de mí sentía que era lo único que me conectaba con Samuel», confesó en una entrevista. Al mismo tiempo que «la otra parte de mí sentía que era lo único que me conectaba con Samuel (el nombre que hubiera recibido su segundo hijo) desde aquí», concluyó.