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Juicio oral

El gasista de Salta 2141 aseguró que se fue del lugar para «pedir ayuda»


El miércoles pasado comenzó el juicio oral y público por la explosión del edificio de Salta 2141 en el Centro de Justicia Penal. Este lunes, el gasista Carlos García, uno de los acusados por la tragedia que provocó la muerte de 22 personas, pidió la palabra durante la audiencia y aseguró que salió corriendo del lugar «no para huir, sino para pedir ayuda».

Unos minutos antes de que comenzara a declarar Mariela Bosso, la primera de los 136 testigos, García pidió hacer uso de la palabra. En primer lugar comenzó enviando sus condolencias a los familiares de las victimas y luego indicó que al concurrir a Litoral Gas, la empresa le hizo una autorización «oral» de parte de un funcionario quien le habría indicado que «cerrara la llave y cambiara el regulador» ya que era gasista matriculado.

“A todos los matriculados nos informan verbalmente las tareas a realizar; nunca nos dan algo por escrito ni avalado por alguno de ellos para que podamos realizar la tarea”, afirmó.

El gasista dijo que el gabinete donde debía realizar el trabajo se encontraba dentro del edificio y no en la línea municipal. «Entré en la cabina de regulación y encontré una llave muy antigua», expresó. García señaló que la misma estaba dura por lo que corría riesgo de reventar.

“Entonces procedo a cerrar la llave de paso, la cierro, hace tope la llave de paso y me dirijo a un piso superior para hacer una suerte de venteo y darme cuenta si el gas había cortado. Voy al octavo piso, hago esa prueba y veo que el gas había disminuido, pero no cortado, entonces bajo a la cabina de medidores y allí abro un medidor, manipuleo la llave de gas para ver si había cortado y veo que no había cortado el gas”, dijo.

Mientras dibujaba en una pizarra cómo era la disposición del lugar de trabajo, el gasista dijo que detrás de él se «desarmó» la cañería y que ya no podía cerrar el fluido porque el gabinete era de pequeñas dimensiones y no entraba parado.

«No pudiendo ver y no teniendo ninguna audición, salgo del gabinete para pedir ayuda, pedir auxilio, que alguien me auxiliara para poder cerrar el gas”, manifestó.

«Nunca desarmé el regulador, nunca llegué a hacer la tarea porque se desarmó la cañería. Salgo no para huir, sino para pedir ayuda. El ayudante cortó la calle», relató García. El gasista manifestó que al salir se encontró con una patrulla policial y en las calles de San Lorenzo y Presidente Roca se topó con una guardia de Litoral Gas, a quienes les contó lo que estaba sucediendo en Salta 2141.

Cuando García volvió al lugar aparentemente ya se había producido la explosión. «Me meto a la cabina de medidores y era imposible ingresar porque había mucho humo y fuego, era imposible respirar. Pierdo un poco el control y dos personas me tenían del hombro sentado en la vereda cuando recuperé la noción. Encontré a mi ayudante a pocos metros y fue un alivio», declaró.