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El FMI financia a América Latina en la pandemia, pero con exigencias a futuro


Hasta el momento, once países recibieron préstamos de la entidad, que en total otorgó 3.483 millones de dólares

A raíz de la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia de coronavirus, casi una veintena de países de América Latina y el Caribe le han solicitado créditos al Fondo Monetario Internacional. Once de ellos recibieron préstamos de la entidad, que en total otorgó 3.483 millones de dólares.

Según informó el organismo, entre el 15 de abril y el 1º de mayo se aprobaron los préstamos para Bolivia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Santa Lucía. Dominica fue quien menos recibió con 14 millones de dólares, mientras que el mayor fue para República Dominicana con 650 millones de dólares

Los casos de Jamaica, Colombia, Perú y Honduras están siendo estudiados. Hasta el momento, el FMI sólo ha denegado oficialmente financiar a Venezuela y Nicaragua. Nicolás Maduro solicitó 5.000 millones de dólares, pero se lo negaron porque sostienen que hay una «confusión» sobre quién encabeza el gobierno en Venezuela, ya que algunos países reconocen a Juan Guaidó. Daniel Ortega, por otro lado, pidió 470 millones de dólares y lo rechazaron por considerar que estaba haciendo un «mal manejo» de la crisis.

Dominica, Granada, Haití y Santa Lucía obtuvieron sus préstamos bajo el Mecanismo de Crédito Rápido (RFC, por sus siglas en inglés) que presta asistencia inmediata con condiciones limitadas a Estados de bajos ingresos que tienen necesidades urgentes. A Bolivia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Panamá y Paraguay se los adjudicaron a través del Instrumento de Financiamiento Rápido (RFI), tiene los mismos objetivos, pero para todos los países miembros del organismo.

En ambas circunstancias, los créditos pueden flexibilizarse sin que revisiones de las políticas económicas de los beneficiarios, que sí se aplican en otros tipos de deuda.

Las exigencias del FMI para cuando pase la crisis

El Salvador recibió el 14 de abril 389 millones de dólares. En ese momento, el subdirector gerente del FMI, Mitsuhiro Furusawa, aseguró: «La estabilidad macroeconómica debe preservarse permitiendo que estas medidas temporales caduquen el próximo año, una vez que termine la pandemia, y comprometiéndose con un ajuste fiscal gradual a partir de 2021. Dicha estrategia debería apuntar a un saldo fiscal primario del 3,5 % del PIB para fines de 2024 y poner la deuda pública en una senda firmemente decreciente para alcanzar el 60 % del PIB para 2030».

Dos días después, le dieron un préstamo de 515 millones a Panamá. Esta vez, Furusawa señaló: «Volver a un ajuste gradual una vez que la pandemia retroceda aseguraría que la relación deuda pública / PIB se mantenga en un camino sostenible (…) Las respuestas políticas y las medidas macroprudenciales tendrían que recalibrarse a medida que evoluciona la situación».

El siguiente fue Bolivia, que el 17 de abril recibió 320 millones de dólares solicitados por la autoproclamada presidenta Janine Añez. Furusawa aseguró que la respuesta de Bolivia a la crisis sanitaria ha sido «oportuna, bien focalizada y apropiada» y confió en la determinación del gobierno para «garantizar la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de la deuda» una vez que haya pasado la emergencia.

Ese mismo día se prestaron 111,6 millones de dólares a Haití. Considerando que se trata del país más pobre de la región, el FMI anunció, únicamente en esta situación, que auditará los recursos y aludió de manera directa a la corrupción del gobierno de Jovenel Moïse.

«Para garantizar el uso apropiado del financiamiento de emergencia, las autoridades deben preparar informes mensuales de ejecución del presupuesto sobre los gastos de Covid-19 y llevar a cabo una auditoría financiera y operativa (…) el FMI tiene la intención de seguir apoyando a Haití a través de un programa supervisado por el personal para ayudar a comenzar el proceso de restaurar la estabilidad y la sostenibilidad macroeconómicas, construir una mejor red de seguridad social y abordar las debilidades y la corrupción de la gobernanza», expresó Tao Zhang, director general adjunto del organismo.

Paraguay recibió 274 millones de dólares el 21 de abril. En este caso, el FMI lamentó que la pandemia se interpusiera en la recuperación económica que atravesaba el país. «Una vez que la crisis disminuya, será necesario reducir el déficit presupuestario y Paraguay debería restablecer su regla fiscal, que ha anclado con éxito la estabilidad macroeconómica en los últimos cinco años», advirtió Furusawa.

El 28 de abril, el organismo avaló el préstamo de de 65,6 millones de dólares para Dominica, Granada y Santa Lucía. Al entregar este dinero, el FMI advirtió que las naciones se comprometieron a cumplir con el objetivo de que la deuda regional represente el 60 % del PIB para 2030, por lo que tendrán que aplicar las políticas de ajuste una vez que pase la crisis.

En el caso de Costa Rica, se le otorgaron 504 millones de dólares el 29 de abril. Esta vez el FMI emitió un comunicado en el que destacó la relajación temporal de los límites de gasto bajo la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, la política monetaria y el tipo de cambio flexible aplicados por el gobierno de Carlos Álvaro Quesada.

Ese mismo día se confirmó el préstamos a República Dominica. Zhang aseveró que luego de la pandemia «será importante volver a una consolidación fiscal gradual, incluido el establecimiento de un marco fiscal a mediano plazo, para garantizar que la relación entre la deuda pública y el PIB se mantenga sostenible y en una senda en declive».

Por último fue el turno de Ecuador el 1º de mayo. El país recibió 469,7 millones de dólares. Esta vez habló la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y analizó que la pandemia y la caída de la cotización petróleo pusieron a esa Nación en un gran desafío. «Las autoridades se comprometen a abordar los riesgos para la sostenibilidad fiscal y de la deuda. Con este fin, han tomado algunas medidas iniciales sustanciales, incluida la participación con acreedores del sector privado en una operación de deuda», destacó el FMI.

Con información de RT