Por Leandro Rosati
Un club, un barrio y una historia con décadas de glorias y momentos muy difíciles que dejaron a la institución al borde del abismo. Sin embargo, un grupo de amigos tomó las riendas y la resurrección se produjo con trabajo y sacrificio. Esta es la historia de El Eslabón.
En pleno corazón de barrio Abasto (Sarmiento al 2000), el club inició sus actividades el 18 de marzo de 1940 y fue fundado por un grupo de empleados del Mercado del Abasto que funcionaba en Sarmiento y Pasco. Su nombre surge como la unión de los trabajadores con la entidad.
Después de varios años, el mercado se trasladó a la calle San Nicolás y 27 de Febrero; sin embargo la institución siguió funcionando con su edificio propio y fue identificado como un típico club de barrio. Hombres, bochas, cartas y asado era el común denominador en el establecimiento.
Después de varias décadas de glorias, las bochas se fueron perdiendo de generación en generación y el club se convirtió en peña folclórica y la gente que concurría sólo jugaba a la cartas. Las instalaciones se fueron deteriorando y nadie tenía objetivos. Se perdió el concepto de club.
Tras varias denuncias cruzadas entre los mismos socios con la comisión directiva, en 2014 se produjo la intervención del club por intermedio de la Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ). Allí empezó un duro camino pero que con el tiempo sería la resurrección del club.
«En ese momento se cerró el club y arrancó un proceso de intervención con apertura de padrón. Nosotros que somos del barrio siempre planteábamos que queríamos hacer algo pero parecía que tenía dos o tres dueños. Después pudimos participar de las elecciones y las ganamos y empezó el proceso de transformación», contó Gastón Torres, presidente del club, en diálogo con Con la Gente.
Arrancó el trabajo
Tras las elecciones, la nueva comisión directiva se encargó de arrancar un proceso de transformación. El club no tenía suministro de gas, pues estaba cortado, y la infraestructura era antigua.
«Primero se armó un equipo de trabajo, empezamos a llenar el club con actividades y el apoyo estatal fue fundamental. Nosotros medimos esto en dos etapas, ya que para tener actividades necesitábamos mejorar ediliciamente. Por eso fuimos a la Cámara de Diputados de la provincia y vino Antonio Bonfatti. Después de presentar todos los presupuestos para las dos obras grandes (remodelación del gimnasio y todos los baños) nos dieron el 70% del valor, el resto buscamos apoyos en empresas», recordó Sergio Ranciari.
«Después pasamos a la identidad, pues necesitábamos hacer camisetas. La Secretaria de Deportes de la Nación por intermedio de (Carlos) Mac Allister y nos dio apoyo. «No importa de dónde venga, lo importante es todo lo que se está haciendo», afirmó Torres.
En la actualidad hay 180 personas haciendo actividades. «En el buffet del club vemos la mesa contra la pared por la gran cantidad de deportes que hay», sostuvo el dirigente Gustavo Fucilieri. Y agregó: «Hoy tenemos a todas las generaciones en el club, hay una mezcla que permitió una vida social».
«Hoy hay nenas de patín, hay señoras. Buscamos hinchas positivos. Tenemos 100 socios y a todos los chicos que hacen actividades no se le cobra la cuota societaria. Sabemos la situación económica del país, por eso si querés te hacés socio, pero si no podés entrar también», concluyó el presidente de la entidad.
Deportes que se realizan en el club
- Aikido
- Kung Fu
- Taekwondo
- Patín
- Zumba
- Taller de danza popular
- Yoga
- Ping Pong