Esta significó su primera medalla de oro y la segunda presea olímpica tras el bronce de Beijing 2008
Corría la mañana del 6 de agosto de 2016 cuando la judoca Paula «Peque» Pareto consiguió una histórica medalla de oro en judo femenino en la categoría hasta 48 kilos al vencer a la surcoreana Jeong Bokyeong en la final de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
De esta forma, Pareto se convirtió en la primera mujer deportista argentina en lograr una medalla de oro en toda la historia del deporte olímpico argentino, además de ser el segundo en obtener dos medallas en un deporte individual, como había ocurrido con Carlos «Camau» Espíndola en yatching, anteriormente: la Peque ya había logrado la presea de bronce en Beijing 2008.
En el torneo que se disputó en el Arena Carioca 2 la judoca argentina ganó todos sus combates con puntos obtenidos a través de técnica y no de sanción.
«Se dio algo soñado. Quiero agradecerle a toda la gente que me apoyó. Me tengo fe si no no vendría a pelear. Sabía que todo estaba complicado. Estoy más que feliz, no lo puedo creer. La fe y la buena energía de la gente que vino y la confianza en el trabajo», señaló en aquella ocasión la zona mixta la medallista olímpica.
El combate final ante la surcoreana Jeong Bokyeong, que era la vigente campeona del mundo de la categoría, fue muy cerrado y la deportista argentina consiguió un waza-ari a poco de comenzar el mismo y si bien sufrió dos penalizaciones, logró mantener la ventaja.
Por su parte, la surcoreana en desventaja, trató de arrinconar a Pareto y aprovechar su mejor contextura, pero la judoca oriunda de Tigre estuvo atenta ante cada embestida de la rival, para poder hacer correr el reloj y así alzarse con la presea dorada.
El camino no fue para nada sencillo, ya que la deportista bonaerense había tenido que superar a la japonesa Ami Kondo (también por waza-ari) y a la húngara Eva Csernoviczki por la misma toma.
Más temprano, en su primera lucha del día, Pareto había superado por ippon a la rusa Irina Dolgova.
Esta significó su primera medalla de oro y la segunda presea olímpica tras el bronce de Beijing 2008: en Londres 2012 había quedado muy cerca de lograr el podio olímpico.