El costo de vida para una familia de los barrios populares de Rosario trepó en junio a $36.398, lo que se traduce en un aumento del 63% en un año (cuando midió $22.383) y del 100% si se toma como referencia el dato de junio de 2017 ($18.315). Solamente en el último trimestre la suba fue del 9,1%.
El dato se desprende de un relevamiento realizado por la diputada nacional Lucila De Ponti junto al CESO (Centro de Estudios Scalabrini Ortiz) el cual registra y compara regularmente el consumo en barrios representativos como Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo.
El estudio indicó que solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento un hogar destina como mínimo $14.759, mientras que un adulto necesita $4.776 para no caer debajo de la línea de la indigencia. En los últimos dos años los productos relevados aumentaron en promedio 121%. Los mayores aumentos se dieron en arroz (+330%), carnes (241%), fideos (145%), yerba (138%) y pan (+131%).
Al comparar el costo de vida con diferentes ingresos de referencia, se evidencia que los ingresos cada vez alcanzan para menos. El salario mínimo, vital y móvil $12.500 apenas cubre el 34%, mientras que en igual período del año pasado alcanzaba para el 42%. Tampoco alcanzan esta cifra el salario promedio de un obrero de la construcción ($28.935), de un empleado de comercio ($25.332), y de trabajadores de casas particulares ($14.126) que cubren respectivamente el 79%, 70% y 39%.
“Estas cifras ponen en números una realidad que todos los rosarinos conocemos bien y es la que sufren miles de familias cuando no les alcanza para cubrir hasta lo más indispensable”, explicó Lucila De Ponti, legisladora del Movimiento Evita, quien asumirá desde diciembre como diputada provincial. “También nos muestra cómo los sectores que tienen menos ingresos son los que más sufren los aumentos, sin que existan mecanismos para revertir esta situación”.
“Hoy el salario mínimo apenas cubre un tercio del costo de vida, una realidad que pone en muchas dificultades a cada vez más familias para brindarle una alimentación adecuada a sus hijos. El modelo económico actual provoca que cada vez aumente más esta desigualdad y tiene que ser una prioridad de todos revertirlo”, aseguró.
“Es urgente trabajar en medidas que puedan recomponer el bolsillo de los santafesinos, tenemos experiencias de la economía popular y de comercio justo que demuestran que se puede avanzar en modelos que defiendan el trabajo de los productores al mismo tiempo que garantizan precios accesible para los vecinos”, finalizó.