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El camino de la donación: 410 mil kilómetros de trabajo inclaudicable


Cada año la donación de órganos, sangre y médula ósea en Santa Fe se sustenta sobre una estructura de movilidad que no puede fallar

“Sin choferes, vehículos y combustible no hay donación”, afirma el director de CUDAIO, Dr. Mario Perichón. Se registra en casi medio millón de kilómetros el total recorrido cada año para cumplir con un cronograma cada vez más exigente de procesos de donación de órganos y tejidos, colectas de sangre, donaciones de médula y logística interna. En los últimos años se llegó a cerca de cien procesos de donación de órganos o tejidos y entre 120 y 150 colectas de sangre anuales.

Para ello, CUDAIO cuenta con una flota de tres vehículos y un plantel de cinco choferes, con base en Rosario y Santa Fe. A lo que se suma un presupuesto considerable para combustible, reparaciones, cubiertas y viáticos.

El coordinador del área de Movilidad de la institución, Carlos Díaz, destaca que “estamos orgullosos del profesionalismo y la entrega que muestra nuestro plantel de choferes ante cada tarea, ya sea rutinaria o compleja. El año pasado se recorrieron 410 mil kilómetros, contando todos los vehículos y viajes. Pero fue durante la pandemia que tuvieron su máxima exigencia, ya que, lejos de disminuir, la cantidad de traslados se multiplicó, incluyendo la salida de servicio de dos vehículos que se usaron al límite. Por otra parte, los conductores jerarquizan su labor asistiendo regularmente a cursos de capacitación”.

Díaz describe un día típico: “podemos tener al mismo tiempo un minibus trasladando personal, instrumental e insumos desde Rosario a Wheelwright para una colecta de sangre y una camioneta ocupándose de un operativo de procuración en Rafaela”. Para comprender lo que abarca cada instancia, explica que “la jornada de la colecta puede comenzar a las 5 de la mañana y terminar con el regreso y descarga de hasta la última camilla en el Centro Regional de Hemoterapia a las 5 de la tarde. Mientras que los operativos de órganos son mucho menos previsibles, requieren gran sacrificio y capacidad para resolver situaciones emergentes. En ellos estamos a cargo de trasladar a los profesionales que coordinan la donación (si por ejemplo ocurre en Rafaela, vamos desde Santa Fe), y durante el operativo nos puede tocar el traslado de muestras del donante para su análisis en el Laboratorio de CUDAIO -ubicado en Rosario-, trasladar ida y vuelta al aeródromo a los equipos de ablación que llegan desde Buenos Aires para llevarse el órgano que implantarán allá, y otras diligencias imprevistas. Se puede prolongar 24 horas o más”.

Un sistema provincial coordinado
Como complemento, Díaz subraya que “muchas veces, debido a la limitación de contar con sólo tres vehículos, recibimos ayuda del SIES u otra repartición, por lo que también es parte de nuestro trabajo coordinar esas interacciones”.

Las tareas del área incluyen, además, traslados de funcionarios, personal y pacientes en circunstancias especiales, de donantes de médula ósea, distribución de medicación, participación en la logística de la sangre de cordón umbilical destinada al banco del Hospital Garrahan en Buenos Aires, apoyo logístico en jornadas de promoción de la donación, y múltiples mandados en el trabajo cotidiano.

También se registra como notable la faena realizada por los choferes de CUDAIO en 2020 y 2021 durante la implementación de los tratamientos con plasma de convalecientes de covid. Cada donación efectiva y cada unidad procesada para su aplicación insumían transporte inmediato garantizado por la estructura propia de la institución en todo el mapa santafesino, en ocasiones a cientos de kilómetros de distancia.

Una logística expeditiva y segura es de tal importancia que se debe sustentar no sólo en los recursos propios de CUDAIO sino que suma una red de sistemas públicos de movilidad entre los que sobresale el SIES provincial.

El Dr. Perichón reafirma la cuestión recordando que “a nivel nacional existe un convenio con Aerolíneas Argentinas para el transporte de órganos, tejidos, células y personas por vía aérea, que resulta esencial para el desarrollo de la actividad trasplantológica. Pero en el otro extremo de la complejidad y la geografía, puede darse que durante un proceso de donación en una localidad chica nuestro vehículo esté abocado a llevar una muestra al laboratorio y haga falta al mismo tiempo un traslado inmediato de personal médico; en esa circunstancia echamos mano de toda la agenda de contactos, y no sería raro que un patrullero de la Policía o la ambulancia del hospital local cubra esa urgencia”.

A la vez, el funcionario enfatizó que “el presupuesto es la principal clave institucional para que toda esta estructura de movilidad funcione con eficiencia y sin fallas. Tal vez porque suena obvio a veces lo pasamos por alto, pero cada año son millones de pesos los que CUDAIO debe asegurar en gastos de combustible, neumáticos, repuestos, reparaciones, mantenimiento y viáticos. La misión no es menor: garantizar la salud y la vida de cientos de santafesinos y santafesinas”.