Las cuentas bancarias online, las aplicaciones de pago y las compras vía web son las cuentas que los usuarios consideran que deben estar mejor protegidas con contraseñas seguras, pero dos de cada cinco personas no logra restaurarlas cuando las olvidan, según la investigación de una empresa de ciberseguridad.
El trabajo de la firma Kaspersky se hizo en base a encuestas realizadas en 32 países de los cinco continentes, donde se entrevistó a 21.081 personas.
Así, el 63% de los consumidores seleccionó las cuentas bancarias online, el 42% las aplicaciones de pago, incluidas las billeteras electrónicas, y 41% las compras en Internet como las cuentas que requieren contraseñas más sólidas.
«Sin embargo, la dificultad de recordar todas estas contraseñas seguras significa que es probable que las personas las olviden. Dos de cada cinco personas (38%) no pueden restaurarlas después de perderlas», reveló el ilnforme.
En cuanto al almacenamiento de passwords, más de la mitad de los usuarios, el 51%, reveló que los almacena de forma insegura, y una cuarta parte (23%) las escribe en una libreta para no tener que recordarlas, lo que «también pone en riesgo su seguridad», dijo la empresa.
Añadió que «algunas personas están desarrollando otros hábitos de contraseña inseguros. Por ejemplo, 10% utiliza solo una contraseña para todas las cuentas, lo que les permite vivir sus vidas en línea sin problemas, ya que no tienen que esforzarse por recordar cómo iniciar sesión».
Empero, «no hay problemas hasta que un ciberdelincuente se apodere de esa contraseña única y desbloquee todo para tomar ventaja», señaló la compañía.
De hecho, el 17% de los encuestados por Kaspersky contó que sufrió amenazas o tuvo una cuenta online hackeada en los últimos 12 meses.
Los correos electrónicos son las cuentas más atacadas (41%), seguidas de cerca por las redes sociales (37%), las cuentas bancarias (18%) y las de tiendas en línea (18%).
«Recordar las contraseñas seguras es difícil, lo que significa que los usuarios enfrentan ese dilema todos los días, y a menudo las olvidan o terminan creando otras que son fáciles de recordar, pero también fáciles de hackear», comentó Andrei Mochola, director de negocios con el consumidor de la empresa.
El directivo sugirió una tercera opción «que puede brindar tranquilidad a los consumidores: usar una solución de administración de contraseñas, que permite a las personas tener contraseñas seguras, sin tener que escribirlas en cuadernos o recordar complicadas cadenas de palabras con caracteres especiales”.