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EE.UU. envió un destructor al golfo de Omán tras los ataques contra dos buques petroleros


El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés) ha anunciado la decisión de enviar su destructor USS Mason al golfo de Omán, escenario este jueves de un ataque contra dos buques petroleros que llevaban «cargamento relacionado con Japón».

«El barco Mason (DDG-87) de la Armada de EE.UU. se dirige a este lugar para prestar asistencia», indicó el servicio de prensa del Mando Central, citado por RIA Novosti.

Anteriormente, el portavoz de CENTCOM informó que el organismo ha desplazado a la zona el destructor con misiles guiados USS Bainbridge. «Veintiún marineros del Kokuka Courageous, que abandonaron el barco, fueron rescatados y están actualmente a bordo del USS Bainbridge», reportó el teniente coronel Earl Brown, portavoz del Comando Central. En el otro buque, el Front Altair, iban 23 tripulantes a bordo, que también han sido evacuados y están a salvo, según publicó RT.

«Campaña» de «tensión creciente»

La mañana de este jueves se escucharon explosiones que desataron un incendio a bordo de las embarcaciones. Tras llevar a cabo un analisis de lo ocurrido, las autoridades estadounidenses aseguran haber concluido que el responsable de los ataques es Irán. Según declaró el secretario del Estado de EE.UU., Mike Pompeo, el reciente incidente en el golfo de Omán forma parte de una «campaña» de «tensión creciente» por parte de república islámica, que —asegura— consituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.

La versión del Gobierno norteamericano es respaldada por Londres. Según informó vía Twitter un reportero de la BBC, una fuente de la Oficina de Relaciones Exteriores de Reino Unido confirmó que las autoridades británicas están «totalmente de acuerdo con la evaluación de EE.UU.» que atribuye la responsabilidad de los ataques a Teherán.

La cancillería de Arabia Saudita ha hecho una declaración análoga a la británica, afirmando que Riad no tiene «ninguna razón para estar en desacuerdo con el secretario de Estado [Mike Pompeo]», informa Reuters.

Por su parte, Irán ha negado categóricamente que tenga alguna relación con el incidente y ha rechazado «las acusaciones infundadas» de Washington, según lo ha manifestado la Misión Permanente iraní ante las Naciones Unidas.