La educación ambiental para evitar los residuos dispersos, su gestión responsable y el reciclado son ejes fundamentales para definir medidas vinculadas con el plástico, que apuntan más a contribuir a una «economía circular» y dejar atrás las prohibiciones, opinó una especialista.
«El verdadero aporte comunitario es dejar atrás las prohibiciones y trabajar en equipo, como parte de la solución: políticas públicas, organizaciones del tercer sector, los ciudadanos, y las industrias», expresó a Télam Verónica Ramos, directora Ejecutiva de la entidad especializada en plásticos y medio ambiente Ecoplas.
Ramos destacó medidas que se toman en municipios, como Mar del Plata, donde se decretó la prohibición del uso de plásticos (como sorbetes, vasos y cubiertos) y su reemplazo por objetos de papel, cartón, vidrio o metal.
«La sustitución de un material por otro no aportará soluciones: estos son los que ahora aparecerán abandonados en las playas», mencionó y advirtió que «existe un verdadero desconocimiento y prejuicio» acerca del tema. «Si se reemplaza el plástico por otros materiales los envases pesarían 4 veces más, se emitiría un 67 por ciento más de gases de efecto invernadero y se consumiría un 57 por ciento más de energía durante el ciclo de vida de un producto».
«Pero principalmente destacamos el aporte del recurso en el aprovechamiento de los alimentos, ya que, frente a la problemática mundial del hambre y desperdicio de comida, los plásticos son quiénes maximizan la vida útil y minimizar su desaprovechamiento», remarcó.
La especialista indicó que en «Argentina se están reciclando 225.000 toneladas de plástico por año, pero la industria recicladora tiene 50 por ciento de capacidad ociosa por falta de material».
«Esto sucede ya que los gobiernos no gestionan y los ciudadanos no separan. Por supuesto que hay mucho por hacer, pero es mas fácil prohibir que educar», afirmó y resaltó la importancia de trabajar en conjunto en relación con las regulaciones vinculadas al plástico, y fomentar la «economía circular, donde nada se pierde y todo se transforma».
«Los residuos plásticos son recursos para la economía circular, ya que si los reciclamos damos vida a otros productos como: caños, bancos de escuelas, madera plástica, durmientes para trenes y múltiples aplicaciones más», ejemplificó.
En relación a cómo los ciudadanos pueden contribuir con la propuesta, citó que «la separación en los hogares es una etapa fundamental que beneficia todo el proceso de reciclado, como también a la economía circular».