Colombia vive una de las mayores crisis políticas y sociales en los últimos años porque el pueblo pide un cambio de dirección política al presidente
En medio de otra jornada de manifestaciones en Colombia, el presidente Iván Duque arribó este martes a la ciudad de Cali, epicentro de las protestas y de la sangrienta represión que se vivió en las últimas dos semanas, por segunda vez en 48 horas, para reunirse de nuevo con autoridades locales y buscar una salida a la crisis política y social por la que ya desaparecieron y murieron decenas de manifestantes y que desató condenas internacionales.
Por segunda vez tras otra visita relámpago de ayer a la madrugada y sin previo aviso, el mandatario llegó a Cali, capital del Valle del Cauca y la tercera ciudad más poblada ubicada en el sureste del país, para reunirse, como ya hizo en su primera visita, con la gobernadora Clara Luz Roldán y el alcalde Jorge Iván Ospina.
«El presidente de la República llegó hace unos minutos a la ciudad de Cali, donde adelantará una reunión de trabajo en materia de Seguridad y los avances del equipo de Gobierno en los temas sociales, de acuerdo con las instrucciones impartidas por el jefe de Estado», informó a la prensa la Presidencia de Colombia, citada por la agencia de noticias Sputnik
En el encuentro participaron, entre otros, el ministro de Defensa, el de Interior, la ministra de Educación y oficiales de la cúpula militar y de la Policía del departamento del Valle del Cauca.
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La Presidencia no reveló cuál será la agenda de Duque durante su visita a Cali y si prevé reunirse con los indígenas que permanecen concentrados dentro de la estatal Universidad del Valle, luego que otros miles de personas arribaron para unirse a las protestas y hacer sus propias peticiones al Gobierno.
Colombia vive una de las mayores crisis políticas y sociales en los últimos años desde que el 28 de abril comenzaron las protestas y movilizaciones sociales, con decenas de miles en las calles reclamando un cambio de dirección política al Gobierno.
Al menos 42 personas, entre ellas un policía, murieron en el marco de las protestas contra el Gobierno y la represión que desató, y otras 116 más permanecen desaparecidas, según datos de la Defensoría del Pueblo.
Las cifras convierten de lejos las protestas en las más sangrientas bajo el Gobierno de Duque desde las marchas multitudinarias de 2019 y la movilización contra la brutalidad policial en 2020.
También marcan un precedente en un país empobrecido por la pandemia y que no logró extinguir su prolongado conflicto interno, pese a haber firmado la paz con las FARC en 2016 tras décadas de combate a la extinta guerrilla.
Cali, que lideró las protestas en contra del Gobierno, es la más afectada en la actualidad por el cierre de rutas, lo que la tiene con desabastecimiento de combustibles y alimentos.
Aunque no se conoce toda su agenda, la nueva visita de Duque se da luego que la Comisión de Paz del Senado y el alcalde de Cali, Ospina, le solicitaran que instale una mesa de negociación en la ciudad, pese al fracaso del diálogo con referentes de las protestas ayer en Bogotá.