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Dolor por la muerte del ex combatiente de Malvinas que rescató la bandera nacional


Dattoli llegó a ser cabo primero y combatió en Puerto Argentino, allí defendió la causa Malvinas en el Grupo de Artillería Aerotransportada 4 y en el final de la guerra se trajo la celeste y blanca

Carlos Enrique Dattoli realizó su última gesta cuando el combate por las Malvinas llegó a su fin. Se acercó hasta el mástil principal, bajó la bandera de Argentina y la escondió entre su uniforme de combate, así la trajo de regreso al país y evitó que la insignia patria quede en manos británicas. Y luego de pelear contra un cáncer de pulmón, el ex combatiente murió en la ciudad de Córdoba a los 65 años, lo que invadió de dolor a sus pares que lo despidieron con honores.

Los allegados a Dattoli indicaron que su estado de salud era delicado debido a esta enfermedad.

La despedida estuvo dirigida por el Grupo de Artillería Paracaidista 4 y con una particular actuación recordaron cómo arrió la bandera del Pabellón Nacional.

Dattoli llegó a ser cabo primero y combatió en Puerto Argentino, allí defendió la causa Malvinas en el Grupo de Artillería Aerotransportada 4, hoy Paracaidista.

 Recordatorio. Con dolor, recordaron a Dattoli, veterano de Malvinas. (Gentileza Casa del Veterano de Córdoba).

Justamente la Bandera Nacional que trajo el veterano fue donada al museo de su grupo «para que no quede en manos de los ingleses», murmuraron en su funeral.

“Cuando se agotaron las municiones del cañón que comandaba, y finalizada la contienda, bajó nuestra insignia y se la escondió para que nunca sea trofeo de guerra”, comentó Flavio Luna, coordinador del Grupo de Artillería Aerot 4.

César “Gallego” García, presidente de la Casa del veterano de Guerra de Malvinas de la Provincia de Córdoba recordó a Dattoli como un “gran luchador por la unión de los veteranos de guerra y una persona dedicada a promover el deporte como salud entre los veteranos de Malvinas”.

David, hijo de Carlos, manifestó su «orgullo» por ser «hijo de un veterano». “Cuando íbamos caminando o cuando se cruzaba con otras personas todos querían escucharlo y él iba relatando sus historias”, rememoró.