Opinión

¿Día de qué, del animal? No


Por Carlos Duclos

Hoy no es el día del animal, ni de las mascotas, es el día de algo más que eso, algo más bello, más sublime. Es el día de la verdadera vida, de la lealtad, de la entrega, del compañerismo, de la amistad, de la hermandad y, en definitiva, del verdadero amor. ¿Que los hermanos animales no aman dicen? Lo niego y dejo esa hipótesis y pretendida demostración para los «sabios racionales» que jamás podrán comprender ese otro mundo que habita en cada ser viviente, el mundo del espíritu en donde la sabiduría no proviene del razonamiento, sino de un elevado sentimiento, de una exquisita sensibilidad para percibir la verdad universal que sólo tienen algunos seres humanos y casi todos los animales.

Ellos sienten, aman; a su manera, claro, que no es la manera del ser humano que hace con frecuencia del amor un trueque: te amo, pero si me amas.

A mí jamás se me ocurriría imaginar que las palomas, los cóndores, los lobos, mis amigos los grandes y pequeños gatos, los delfines especulan con el amor. Ni hablar de nuestros fieles y compañeros perros, quienes a la indiferencia humana le pagan con una fenomenal y amorosa lamida. Capaces de dar la vida por sus amigos los humanos. ¡Ah, los humanos! Algunos de ellos peligrosas criaturas que han traicionado a Dios apenas advirtieron que tenían libertad para hacerlo; que han dado la espalda a la naturaleza, sojuzgándola y que persiguen, sin piedad, a millones de criaturas dando origen a una macabra matanza sólo para saciar su sed de oro.

No, hoy no es día del animal, ni de las mascotas (a propósito: ¿saben que mascota tiene el significado etimológico de buen sortilegio y que se llama así a una criatura o cosa que lleva felicidad?), hoy es el día de la vida en su más bella expresión.

¿Qué más decir? Nada, sólo: mi respeto y admiración hermanos y… perdón por tanta indiferencia y maltrato inmerecido a veces.