La aceptación fue del 93,55%, pero el porcentaje se incrementó gracias a la activación de cláusulas de acción colectiva
La Argentina consiguió una adhesión del 93,55% al canje de deuda emitido bajo legislación extranjera y así el porcentaje de reestructuración se eleva al 99% por activación de cláusulas de acción colectiva, anunció hoy el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Así, el país logra salir de un nuevo default en su larga historia de incumplimientos de pago de su deuda soberana.
Guzmán hizo el anuncio en un acto realizado en el Museo del Bicentenario encabezado por el presidente Alberto Fernández y en el que también participaron la vicepresidenta Cristina Kirchner, gobernadores -algunos por videoconferencia- y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
«Ahora vienen otros desafíos, el primero, reactivar el mercado interno», dijo el presidente Fernández.
Guzmán destacó que «en los últimos días se trabajó en una oferta, que tuvo una aceptación masiva por parte de los acreedores, fruto del proceso de diálogo. Hoy el 99% de la deuda pública en moneda extranjera ya ha quedado reestructurada. Esto pone a la Argentina en una situación más sana y sólida en comparación con aquella que enfrentaba el 10 de diciembre de 2019». .
Este canje comprende a 29 bonos emitidos por un total de u$s 66.137 millones y permitirá al país tener un alivio financiero en la próxima década de u$s 37.700 millones y la tasa de interés promedio baja del 7% al 3.07%.
El Gobierno necesitaba conseguir un elevado nivel de aceptación para que se activen las denominadas cláusulas de acción colectiva, para evitar demandas judiciales como las realizadas por los fondos buitre.
Este mismo viernes 4 de septiembre quienes hayan ingresado a la operación tendrán en sus cuentas los nuevos títulos, con menores intereses y vencimientos más largos.
En el discurso, Guzmán puntualizó que esta operación «da un horizonte financiero diferente para implementar políticas públicas en pos de recuperar la economía».
«Si Argentina hubiese tenido que enfrentar esta carga de deuda, la consecuencia que hubiese tenido para las políticas públicas hubiese sido devastadora para cualquier proceso de desarrollo», advirtió.
Agregó que «implicaba más ajuste en un momento de recesión, que era el camino que se había seguido durante los dos años previos y eso era una situación peor para la gente».
Indicó que también era importante para lograr la «estabilidad cambiaria» y señaló que a las empresas le genera «condiciones de financiamiento distinta y así haya más posibilidades de crédito».
El ministro informó por otra parte que el 15 de septiembre el Gobierno enviará al Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto, que según adelantó tendrá una proyección de déficit fiscal primario del 4,5% del PBI.
«Ese presupuesto va a mostrar la visión de que en un contexto de una recesión tan profunda el Estado va a jugar un rol decisivo en política públicas para la recuperación», remarcó.
«El 10 de diciembre, cuando asumimos, nos pusimos como objetivo tranquilizar a la economía argentina y poder instaurar condiciones para el crecimiento y poner al país de pie», subrayó el titular del Palacio de Hacienda.
Afirmó que «la situación era crítica, porque desde 2016 se inició un período de endeudamiento y el país terminó atrapado en una crisis profunda de deuda».
«Era indispensable quitarse esa carga y por eso desde el día uno iniciamos un proceso de reestructurar para generar condiciones para los demás objetivos del desarrollo», aseguró.
Dijo que la Argentina estaba en «default virtual» y agradeció el rol del Congreso que brindó el apoyo al proceso de reestructuración.