Se trata de un hombre ruso que podría ser condenado hasta 20 años de prisión
El periodista ruso Ivan Safronov, de 30 años, fue detenido este martes por agentes de inteligencia rusos, acusado de haber vendido secretos militares a la inteligencia checa, que tenían como destinatario final a Estados Unidos.
De acuerdo al Servicio Federal de Seguridad (FSB), Safronov realizó entregas de información para un país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero el periodista, que compareció ante un juez este martes, rechazó las acusaciones.
Según los investigadores, Safronov fue reclutado por la inteligencia checa hace ocho años y en 2017 les proporcionó información clasificada sobre el comercio de material de defensa de Rusia a Oriente Próximo y otros asuntos militares que Praga pasó a Washington.
A través de un comunicado, el FSB indicó que se sospecha que Safronov estuvo trabajando para los servicios de seguridad de un país no especificado de la OTAN y que «reunió y pasó información clasificada sobre cooperación militar, técnica, defensa y seguridad de la Federación de Rusia.
Safronov, que estará en prisión preventiva hasta septiembre, niega las acusaciones y ha recurrido los cargos, por los que puede recibir hasta 20 años de prisión si es encontrado culpable.
El proceso judicial en su contra comenzó en junio de 2019 por la supuesta divulgación de información que era considerada un secreto de estado.
Según los reportes locales, todo se originó con un artículo escrito por Safronov sobre dotaciones de aviones de combate Sukhoi Su-35 de Rusia a Egipto, publicación que luego fue eliminada del sitio web del diario Kommersant, donde trabajaba el detenido.
Como periodista, durante la última década, Safronov cubrió asuntos de Seguridad y Defensa en el diario Vedomosti y Kommersant, donde también había trabajado su padre, muerto en extrañas circunstancias en 2007 al caerse del quinto piso de un edificio en Moscú, en otro caso que despertó la atención global.
En ese diario se había hecho un nombre por sus publicaciones sobre los negocios de armas de Rusia, varios con eco internacional, que incomodaron al Kremlin.
En mayo, Safronov había empezado a trabajar en Roscosmos, la agencia espacial rusa, como asesor de información del jefe de la agencia, Dmitri Rogozin, pero sus cargos no tienen que ver con su desempeño en este puesto e incluso, después de su detención, la agencia señaló que decidió colaborar con los investigadores en sus consultas sobre las actividades de Safronov.
El caso ha sido declarado como secreto pero el abogado de Safronov, Ivan Pavlov, se negó este miércoles a firmar un documento judicial sobre la confidencialidad de caso.
Medios independientes, activistas y opositores rusos ven el arresto de Safronov y el de otros colegas como una advertencia de control, censura y represión por parte del gobierno ruso, en una época de descontento social por la crisis económica y en momentos en que, con la reciente aprobación de la reforma de la Constitución, el presidente ruso, Vladimir Putín, busca perpetuarse en el poder, con más autoridad e influencia.
El gobierno ruso niega que haya una «tendencia» a la represión y a los arrestos de los periodistas.
El portavoz de Kremlin, Dmitri Peskov, dijo ayer que las manifestaciones y artículos de apoyo de los medios a Safronov «se basan principalmente en las emociones» al tiempo que reconoció que valoran mucho su talento periodístico pero no conocen la esencia de los cargos que se expresaron contra él.
Peskov a su vez negó que la labor periodística de Safronov esté relacionada con la acusación de traición y señaló: «»Hasta donde sabemos, esto no está relacionado con su actividad periodística anterior de ninguna manera».
Por su parte, grupos como Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras han exigido transparencia en el caso Safronov y alertan que la represión contra los medios independientes rusos y contra los informadores se está agudizando en los últimos tiempos.
Organizaciones de derechos civiles y de libertad de prensa reclaman que el caso Safronov se haga público y que se desclasifiquen sus acusaciones y los materiales del proceso, ya que es la única forma de garantizar un proceso limpio.
También, el prestigioso diario independiente Nóvaya Gazeta lanzó una petición este martes en Change.org –que ya lleva más de 40.000 firmas- para que se publiquen las evidencias contra el ex periodista y las autoridades aclaren.
Los medios más importantes han publicado editoriales o tribunas en solidaridad con el acusado y las protestas en solidaridad con Safrónov se suceden desde el día de su arresto en forma de piquetes solitarios en Moscú, San Peterburgo, Yekaterimburgo y otras ciudades rusas, pero la policía también arrestó a algunos de los manifestantes.
El periódico Kommersant, donde Ivan Safronov trabajó durante una década, calificó la acusación de traición contra él como «absurda» y lo describe como un patriota. Sin embargo, eso será difícil porque la información precisa es notoriamente difícil de obtener en casos de espionaje, ya que los juicios se llevan a cabo a puerta cerrada e incluso los abogados defensores tienen prohibido compartir pruebas «clave».
El servicio de seguridad ruso, el FSB, también nombra a sus propios expertos para determinar qué constituye un secreto de estado, y cuestionar sus conclusiones es casi imposible.
Rusia está en el puesto 149 de 180 en el índice de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras.