El máximo jefe de la Policía chilena fue destituido este jueves de su cargo, cercado por las nuevas revelaciones sobre el asesinato hace más de un mes de un joven mapuche a manos de las fuerzas especiales desplegadas en la región de la Araucanía.
El general Hermes Soto, que había asumido el cargo en marzo, fue destituido por el presidente Sebastián Piñera un día después de que se conocieran nuevos vídeos del operativo policial que terminó con la vida Camilo Catrillanca, y que muestran que el indígena fue abatido sin mediar ningún enfrentamiento, a diferencia de la versión inicial entregada por la policía.
«He llegado a la conclusión que Carabineros de Chile necesita un nuevo liderazgo», dijo Piñera a anunciar la salida del máximo jefe policial, quien asumió el cargo el 14 de marzo pasado, tres días después de que Piñera asumiera el poder y aceptara la renuncia de su antecesor, Bruno Villalobos, tras un sonado caso de corrupción en la institución.
En una comparecencia ante la prensa el miércoles, Soto afirmó que la revelación de los nuevos vídeos lo tomaba «por sorpresa».
El jefe policial dijo inicialmente que no había grabaciones del hecho y luego aseguró que la tarjeta de memoria de una de las cámaras fue destruida por uno de los policías que participó del operativo, por contener imágenes íntimas.
La muerte de Catrillanca -de un disparo en la nuca- encendió los ánimos en la región de la Araucanía, en el sur de Chile, donde se asientan gran parte de las comunidades indígenas mapuches en conflicto con el Estado al reivindicar tierras que consideran suyas por derechos ancestrales.
Un centenar de hechos de violencia -ataques incendiarios y enfrentamientos con la policía- se han registrado en esta región desde el operativo del 14 de noviembre que terminó con la muerte de Catrillanca, de 24 años.